𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟎𝟏 : 𝓐𝓷𝓽𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓭𝓮𝓼𝓰𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪

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- Posta cuando te digo, que Dani aparte de tener un enorme culo, sabe moverse en la cama y grita como un loco cada vez que lo embisto. - era la cuarta ocasión en la que Valentín decía un comentario de ese tipo enfrente de todos sus amigos y pareja especialmente, estando bastante borracho, por lo que hablaba sin pensar y sin parar.

- Eso no es nada. - Matías habló casi en las mismas condiciones del ojiazul. - A Mauro le encanta que seamos rudos con él y que lo tratemos como una puta. - comentó, señalándose a sí mismo y a Damián, quien lo veía con mucha desconfianza al sentir que está situación iba a terminar mal si seguía así. - Y te hace unos petes. - agregó con mucha malicia, causando que el rostro de Monzón se tiñera de un fuerte color rojizo.

- Paulo es mucho más calmado a la hora de tener sexo. - esta vez fue Duki quien dijo algo, no queriendo quedarse afuera de la interesante conversación que todos estaban teniendo. - Pero cuando se descontrola se parece a una jodida perra en celo. - indica, indignando en sobremanera a su rubio novio, quien solo aprieta los puños en señal de descontento.

- ¿Y vos? - Ignacio le consulta a Manuel, creyendo que era él quien dominaba en la relación que mantenía con Mateo. - ¿O a poco es el enano atrevido el que te da por las noches? - cuestionó de manera burlona, siendo suficiente para que Vainstein hablará hasta de más.

- A Mateo le encanta hacerlo en lugares públicos. - el castaño soltó sin importarle que a su pareja no le gustaba que hablaran sobre sus intimidades delante de los demás. - En un ocasión andábamos por el centro comercial, me dijo que quería ir al baño, lo termine acompañando y terminamos garchando como unos locos. - agregó con una sonrisa victoriosa en el rostro, ante la sorpresa de los contrarios, al escuchar su sorprendente anécdota, porque no se esperaban como eso viniendo de él. - También le gusta hacerlo cuando Pedro anda cerca, tipo le prende en cierta manera que el nos pueda encontrar. - comenta, estando a punto de mandar todo a la mierda y que el juego empezará de esa manera. - Y es bastante libidinoso, ante cualquier roce que le haga lo llevó al mismísimo cielo y me pide que le dé como si no hubiera un mañana. - finaliza, siendo suficiente para que Palacios se pusiera de pie más que molestó y corriera prácticamente hacia su habitación.

Porque no estaba demás decir, que todos se encontraban en el hogar de los Vainstein Palacios, quienes a su corta edad, bueno no tan corta, porque Mateo ya tenía diecinueve años y Manuel cumpliría los veintiuno casi al finalizar el año. Pero el chiste era que todos estaban reunidos en una joda organizada por el mismo morocho, quien había pensando que sería una "buena idea" juntar a todos sus conocidos para beber y comer por un rato, aunque nunca se imaginó que algo como esto iba a pasar.

- Uh, la re cagaste Manucho. - Oliva se burló de Vainstein, pero su sonrisa se borró de inmediato al ver cómo Daniel se ponía de pie y se dirigía a la misma dirección que Mateo. Mientras le dedicaba una seria mirada, lo que le hizo entender que él también la había cagado como Vainstein o más por el ser incitador de toda esta tragedia.

Paulo y Lit también se fueron, queriendo salvar un poco de su denigrado orgullo que sus parejas se habían encargado de mandar bien a la mierda.

- Por pelotudos nos va ir mal a todos y la vamos a pagar caro. - Damián habló mientras bebía su quinto vaso con fernet, no encontrándose demasiado ido como sus compañeros para haberse puesto hablar sobre ese tipo de cosas.

- Nah, capaz se les pasa rápido. - Lombardo habló despreocupado, no pensando que nada malo iba a pasar.

Caso contrario al de Manuel, quien se sentía demasiado mal por lo que había dicho, teniendo conocimiento pleno de todas las inseguridades que acongojaban a su novio y de lo mal que lo hacía sentir que Pedro aún no aprobaba del todo su relación. Y que él viniera hablar sobre ese tipo de cosas como si nada, definitivamente no eran para nada correctas y aceptables.

Por lo que se puso a pensar en lo que haría para que el rizado lo perdonará y no tratará de vengarse.

Porque no había algo más peligroso que Mateo intentando cobrarse algo que le habían hecho.

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- Todos son unos pelotudos hijos de puta. - Monzón se quejó, lanzando con fuerza una almohada a la pared.

- ¿Quien mierdas se creen para decir ese tipo de cosas sin nuestro permiso? - esta vez fue Daniel quien se quejó, estando de la misma manera en la que se encontraba el ojiverde.

- Pensé que Mauro no sería capaz de decir eso en voz alta. - Londra murmuró aún avergonzado, pero igual de molesto que sus compañeros.

- Creo que es evidente que todos merecen un castigo por andar de bocas flojas. - Mateo habló sentando desde la orilla de su cama, sosteniendo entre sus brazos a uno de los dos gatos que había adoptado a inicios de año con el castaño.

- ¿Y eso es? - Ribba consultó de inmediato, sabiendo de primera mano que Mateo podría tener la solución perfecta para la vergonzosa situación que habían pasado hace rato.

- Algo que los hará pensar dos veces antes de hablar sobre nuestras intimidades de nuevo y de presumirlas como si fueran un puto trofeo. - Palacios dijo con maldad pura, contagiando rápidamente a los contrarios.

Quienes estaban dispuestos hacer todo lo que fuera necesario para dejarles en claro a los otros que posiblemente ellos podían mandar en la cama o en el momento exacto de mantener relaciones. Pero si querían jugar rudo, tendrían que soportar y bancarse el fuerte contraataque que seguramente iban a recibir por hablar sin al menos pensar antes.

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