- ¿Qué rayos pasa aquí? - pregunto Ginny, viendo que todas las personas bailaban y brincaban felices, algo nada común en la isla. Aunque al principio no entendía, al ver los carteles en las paredes, entendió que se trataban de Mal y sus amigos que parece que si cumplieran su promesa de llevar nuevos hijos de villanos a Auradon con ellos.
Mal, Carlos, Evie y Jay reunieron a todas las personas de la isla para darles la gran noticia, dirán quienes serán los primeros cuatro afortunados. Solamente había pocas personas que no estaban con los demás, entre esas personas estaban Ginny, Anthony, Diamond, Harry y Mitchell, este último el cual estaba junto a Harry y sus piratas en el restaurante de Ursula. Mitchell veía desde una ventana, buscando algún rastro de su ex novio, no podía dejarlo que querer tan rápido. Cuando lo vio no parecía su mismo Carlos de siempre, ahora tenía su cabello lacio y largo, además de que su ropa era muy extraña, era como si hubiera hecho caso a las clases de modales y etiqueta de Auradon para convertirse en todo un rey como describen las historias.
- Ya deja de verlo, él ni siquiera ha venido para verte después de tanto tiempo - le dijo Harry, llevándoselo de la ventana hasta la barra - ¿Sigues sintiendo amor por Carlos?.
- A ti no te puedo engañar Harry. Si, si sigo sintiendo amor por Carlos - le respondió Mitchell, esperando un regaño de Harry que nunca llego, en lugar de eso sintió como el pirata lo abrazaba - Fue mi primer amor correspondido, no es tan fácil que lo olvide de un día para otro.
- Puede que te entienda un poco - Harry sintió como Mitchell se aferraba fuertemente a sus brazos. Era como si el Mitchell tímido de antes regresara, ahora que estaba en la isla tenía una personalidad ruda como todos los demás - Pero no puedes hacer todo por ustedes dos, si él te sigue queriendo, debe tener iniciativa para que ponga de su parte.
- Debemos cambiar de tema, ¿porqué no hablas con todos ellos para que te lleven a Auradon? - la pregunta de Mitchell hizo que el pirata se sonrojara - No puedes negarlo, se que deseas estar en Auradon, hasta yo podría intentar hacer algo para que entres.
- ¿De dónde sacas esa tontería?, yo no quiero ir a ese lugar - Harry trataba de mentir lo mejor que pudiera, pero Mitchell había leído nuevamente su diario y sabia que mentía.
- Puedes seguir mintiendo, pero ambos sabemos que es lo que quieres - Mitchell se acerco hasta Harry para agarrarlo de la mano, con la intención de llevárselo fuera del restaurante - Hay que ver quienes serán lo cuatros nuevos que se irán de aquí.
Mal, Jay, Evie y Carlos veían con una gran sonrisa como todos les aplaudían y gritaban que eran los mejores. Carlos había llegado con la misión de buscar a Mitchell para platicar de todo lo que ha pasado, pero no se atrevía de ir. No lo había visto y no estaba al tanto del cambio que tuvo, pero por los comentarios que escucho sobre Mitchell, ya se imaginaba de en que estado se encontraría su ex novio. Algunos lo llamaban líder, otros anarquista o algunos otros decían que solo era un niño de papi que se quería sentir malo.
Carlos aunque estaba junto con sus amigos anunciando a los elegidos, no podía evitar buscar a su amado con el rabillo del ojo, pero por mas que buscaba no lo encontraba cerca de ahí. Pero en unos minutos noto como Mitchell llegaba junto con Harry de la mano, sintió como algo dentro de él se rompió al verlos agarrados de la mano, pero sabia que no estaba en la mejor posición para hacer un berrinche por lo que estaba viendo. Su ex novio había cambiado desde la primera vez que lo conoció, antes usaba suéteres grandes y jeans de mezclilla, ahora usaba crop tops y sus jeans son de cuero.
- Carlos, ya es momento de que nos vayamos a Auradon - le dijo Mal a su amigo, viendo que estaba en las nubes sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor - Mañana vendremos por ustedes, es una promesa - Mal les decía a los cuatro niños, que estaban emocionados por dejar la isla.
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Amor De Dálmatas (Carlos DeVil x Male Reader)
FanfictionUn chico que fue criado para amar a los perros y otro que fue criado para odiar a los perros. Dos chicos tan diferentes, que por cosas del destino y un príncipe, se conocerán y surgirá una extraña sensación entre los dos chicos. Carlos De Vil hijo d...