IV

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Lo había logrado. Aplastó a Louis en el debate y obtuvo exactamente la reacción que esperaba; el chico estaba furioso.
Sin embargo había sucedido algo. Por unos segundos le había hablado sin que pareciera que estaban obligándolo a hacerlo.

No esperaba que le agradeciera por devolverle la chaqueta. En realidad ni siquiera quería hacerlo. Si no hubiese sido porque Zayn se lo dijo.

Condujo hasta la casa de su amigo Niall y en pocos minutos resumió lo que había pasado en ese día.
— ¡Eso es genial Harry!
— No lo es.
— ¿Por?
— Louis me odia Ni. Me odiaba antes, me odiará más ahora.
— ¿Y? Ese chico te ha tratado como la mierda desde chicos ¿no es así?
— Estoy seguro de que solo es un mal entendido, si hablara con él...
— Vamos Harry, tienes demasiado buen corazón. Louis es así. No se porque te esfuerzas tanto en acercarte.
No lo entenderías.
— ¿Sabes qué? Tengo trabajo que hacer, estaré arriba.

A Harry no le encantaba debatir si tenía que ser honesto, más bien era de las personas que evitaba el conflicto. Y en realidad no era que le importara mucho lo que opinaran de él, era sociable si, tenía amigos sin embargo no le molestaba estar solo o que hablaran de él a sus espaldas, se había acostumbrado a que fuese así desde siempre, solo porque era bueno en la escuela. Pero nadie, nadie lo odiaba tanto como aquel chico de ojos azules. Y por alguna razón Harry no soportaba que fuese así, era la única razón por la que había entrado al club de debate, le encantaban los retos y su nuevo reto era ese: hacer que dejara de odiarlo o darle buenas razones para hacerlo.

Pero no podía decidir en cuál de los dos objetivos centrarse porque el ojiazul le daba señales mezcladas. Un día lo miraba como escoria y al otro le decía "buen debate" ¿Que mierda era eso? El mismo no sabía si odiaba o le agradaba el chico. Pero tenía algo. Y para su desgracia Harry quería saber que era.

Abrió su portátil y comenzó su investigación "Las drogas en la sociedad" tenía que investigar para ambas posturas así que comenzó a hacer anotaciones para ambas posturas, el tiempo pasó volando cuando había acabado era casi el anochecer. Sin embargo tenía suficientes argumentos para ganarle al secretario.

A Harry no le gustaba debatir, sin embargo le encantaba ganar.

Bajó a comer algo y su amigo seguía ahí. En el sofá de su sala dormido mientras en la tele corría una película antigua. Casablanca.
Harry sonrió, volvió a subir para bajar una cobija y se la puso encima. El rubio ni siquiera lo notó, pero Harry sabía que no iba a despertar a tiempo para ir a casa así que le sacó los zapatos y tomó el celular de Niall para textearle a su madre que se quedaría con Harry. Este último caminó hacia la cocina y se hizo un sándwich de mermelada y crema de avellana, eran sus favoritos. Lo pensó un momento e hizo otro. Volvió a subir a su cuarto.

Aún era temprano y podía adelantar deberes de la universidad, abrió los programas con los que había trabajado en días anteriores y comenzó con su proyecto; para el final del semestre tenía que haber diseñado una casa, con cada detalle pensado pues el maestro iba a revisarlas en una simulación y debían presentar una maqueta. Esa tarde solo la usó para familiarizarse con los programas, sabía exactamente lo que quería hacer pero aún no sabía cómo pasarlo a un modelo real.

Abrió un cajón de su escritorio y de debajo de algunos papeles sacó un cuaderno viejo, forrado de papel rojo y con una etiqueta que tenía en una letra enorme, desigual e infantil escrito "Harry". La abrió y encontró sus viejos dibujos, pasando algunas páginas encontró su modelo. Era una casa de dos pisos, con balcones y un jardín, era color blanco y con muchas ventanas, una cochera., un perro y en el centro estaba un niño con los rizos trazados por una crayola. Era la casa que siempre había soñado y que gracias al Harry de 6 años seguía vivo el diseño, que, si se esforzaba lo suficiente haría realidad.

Debate Club [l.s] [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora