A veces me pregunto porque dejas que te salpique el jardinero del otro huerto, no tiene sentido porque tu haz encontrado al mejor jardinero de todos y esta en tu interior.
¿Por que les permites dañar esas fuertes raíces?
Aliméntate de la tierra gloriosa y no de la envidiosa, haz posible lo que ellos no puedan entender y por lo que más quieras no descuides tus espinas porque de ellas aprendes día a día.
Recuerda que he sido creada para ti, porque somos una y siempre perteneceremos a este maravilloso jardín.
Ningún jardinero es capaz de destruirte porque Dios te ha creado para la excelencia, viste esos pétalos rojos con orgullo; ellos te han llevado a tantas batallas y regresas invicta.
Permite a las gotas caer por bendición y para tu sabiduría, pequeña.
El miedo no existe entre tu y yo.
Hasta luego Mi Maravillosa Rosa.
ESTÁS LEYENDO
Un Corazón...
RandomEsta historia tendrá pequeñas partes en las que hablo de mis sentimientos. Gracias por leer.