LA DANZA DEL CRACKER [EN PROCESO]

Capítulo 4

Tancz albo giń

«Bailar o Morir»

RUSIA.

La oscuridad es un fenómeno que suele llenarme de curiosidad. Me aborda, me llena, me permite respirar en los hilos de su negrura. No me gusta huirle, me complace enfrentarla. Batallar con ella cara a cara me a permitido desarrollar una fortaleza de metal. «O me jode o yo la jodo a ella».

«Pero ahora la oscuridad no es un fenómeno, es un monstruo de carne y hueso de ojos demoníacos y sonrisa excitante».

Mis ojos comienzan abrirse lentamente mientras recupero la consciencia. Noto que estoy acostada en el suelo de medio lado, giro mi cuerpo para quedar sobre mis espalda con los brazos estirados hacia los lados. Respiro lentamente mientras la luz de la noche que se cuela por una pequeña ventana que esta en una pared lejana me permite percibir mi entorno. Mis ojos se pasean detenidamente por lo que parece ser una jaula sumamente grande. Llevo mi vista hacia arriba y la cubierta se asemeja a la del techo de un castillo.

Hago el amago de levantarme mientras paso saliva por mi garganta, estoy tan sedienta. Toco mi cuerpo reparando el pequeño vestido de tiras de color negro que envuelve mi silueta, «tela de terciopelo». Cuando logro estar sobre mis pies mi cabello cae como una cortina sobre mi espalda, «ya no hay disfraz».

- ¡Hola, Rusia!- dicen saboreando mi nombre- Me contaron que te gusta volar. Y a mi me excitan las aves.

Trato de encontrar la figura que emite esa voz achinando los parpados pero la luz solo llega hasta la jaula, el espacio restante en una oscuridad total. Envuelvo los barrotes que están al frente de mi con las palmas de mis manos.

- ¿Te agrada lo que vez?- pregunta- La jaula del Cracker te esperaba hace mucho- mi cuerpo se tensa pero me mantengo sin ninguna expresión facial. «¿Hace mucho?».

Siento que puede mirarme a través de la oscuridad. «Esto me pasa por desobediente».

- ¿Donde está la mujer que venia conmigo?- indago preocupada

De repente una lampara se enciende permitiéndome observar al ser varonil que permanece sentado en un sofá rojo que lo hace verse apetecible. Mantiene la pierna derecha sobre la izquierda mientras juguetea con una cuerda muy fina de color rojo.

- Estanislao se la quedo para él- sus ojos me reparan intensamente- Porque a mi solamente me interesas tú- me señala con su dedo índice. Me saboreo los labios secos.

- ¿Qué vas hacer conmigo?- una voz sutil abandona mis cuerdas vocales.

- ¿Qué voy hacer contigo?- suelta una risita masculina que me envuelve- Muchas cosas, Rosja- se levanta- Pero lo primero es observa que tan sexy te ves en el cielo- de repente el techo que esta sobre la cubierta inicia a separarse mientras observo anonadada.