Zenya era un desastre. Kitani no podía olvidar el sonido de la risa del chico resonando en el comedor.
Hizo girar su vaso, mirando bailar el líquido ámbar. El tintineo del hielo derretido fue reconfortante.
Una vez que logró sacar a Zenya del comedor y regresar a su habitación, Kitani se subió al auto y se dirigió al Cerulean Warbler.
Aunque era tarde, era viernes y algunos clientes estaban adentro cuando llegó.
En el instante en que se sentó en su mesa habitual, lanzó un profundo suspiro.
Estaba exhausto. No físicamente, sino mentalmente.
Este era su tercer whisky con hielo. Se había tragado los otros dos tan pronto como llegaron.
Aún no estaba borracho. Tenía la sensación de que no estaba en las cartas para esta noche.
Zenya no era lo único que le pesaba últimamente. Kunihito todavía estaba realizando sus extraños rituales en la capilla.
Kitani recordó el sacrificio de animales que había presenciado. La sangre goteando sobre el altar.
No podía dejar de pensar en ese baúl de documentos. Kunihito siempre mantuvo la capilla cerrada, pero la puerta estaba hecha de madera delgada y en descomposición que probablemente no sobreviviría a una fuerte patada.
Aún así, no quería entrar a la fuerza si podía evitarlo.
Kitani bajó su vaso y sacó un cigarrillo de su paquete.
Ahora había más clientes y los asientos del mostrador estaban casi llenos.
El gerente había llamado a un segundo camarero para mantenerse al día con los demás.
Kitani:…!
Kitani lo miró y se congeló.
Tetsuo. No había duda de él. Kitani todavía recordaba el día que Zenya le había ordenado que maltratara al niño.
Todo el asunto le había dejado tan mal sabor de boca que no era probable que lo olvidara pronto.
Tetsuo estaba trabajando en el mostrador con silenciosa eficiencia. ¿Fue este un turno a tiempo parcial?
Kitani no podía recordar haberlo visto aquí antes… aunque quizás simplemente no se había dado cuenta.
Con el cigarrillo apagado todavía entre los labios, Kitani lo miró trabajar.
Se comportó de forma natural, como pertenecía.
Lo mejor que pudo decir Kitani bajo las luces azules, no había rastros de moretones en su rostro; sus heridas ya deben haber sanado.
Kitani había hecho bastantes cosas con él, por lo que no pudo evitar estar un poco preocupado.
Se quitó el cigarrillo de los labios y lo puso sobre la mesa, luego tomó un sorbo de su whisky aguado.
Pero incluso el alcohol no pudo quemar la culpa que se había arraigado en su pecho.
En el momento en que Kitani estaba terminando su copa, una oleada de inquietud rompió la atmósfera pacífica.
Se volvió hacia la puerta, por donde acababa de entrar un hombre con un vestido llamativo. Todo en él gritaba "yakuza".
Kitani se sorprendió al descubrir que lo reconoció. Era Aoshima, un hombre que había servido al Okinaga-gumi como soldado callejero de bajo rango en la época de Kitani.
Tan pronto como vio a Kitani, Aoshima sonrió y se dirigió hacia él. Al llegar a la mesa de Kitani, se dejó caer sin ceremonias en la silla frente a él.
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Sweet Pool Traducción
RomanceAquí les traigo la traducción de sweet pool espero que les guste doy lo mejor de mi para traerle a todos esta traducción. Advertencia. -Está traducido es 100% mía, si desean publicarla en otra plataforma por favor pregunten y denme creditos. -Puede...