Harry |h.s| |1 Libro|

Capítulo 4

No crean en todo lo que ven, leen u oyen.

Empecemos por este punto. Es la primera vez que estoy teniendo un acercamiento más decente con Harry Styles, y con eso continuo diciendo que estoy haciendo un el ridículo uno vez más. Siento que papá estaría muy decepcionado de mi, y no quiero saber que pensará Zayn de todo esto. Y sí, lo incluyo porque es una persona realmente admirable en la profesión y siento es alguien fundamental en la brigada.

De un momento a otro el miedo se convirtió en vergüenza, no sabía lo que estaba haciendo y aunque quería arrancar, al mismo tiempo estaba más intrigada por saber y ver como las cosas se van destapando cada vez más. Como por ejemplo: Marck. ¿Podría estar en la lista de los posibles sospechosos de los asesinatos de las féminas? todos son sospechosos, nunca descartaré a nadie y con la pequeña y poco útil información que me dio Harry abrí mi mente, cosa que es posible que no comentare con el teniente Hudson.

—Si... claro que soy policía ¿Acaso no vez mi placa?— apunté sarcásticamente el lado izquierdo de mi pecho.— Mira, sé que es raro que sepa tu nombre, pero me pareciste atractivo y no suelo ser alguien que se quede sin hacer nada— esta vez estaba decidida a terminar esta conversación que me había estado poniendo los pelos de puntas desde el primer momento. — Y por favor, no me gustaría relacionarme con alguien que tiene problemas con la ley, así que si me disculpas.— Por último, me quité los tacos y tomé mi camino de vuelta al casino, donde aun estaban los carros de policía, bomberos y los de ambulancia que se sumaron al final.

Mis pies ardía, aun sentía mis lagrimales húmedos, y podía notar lo colorada de mi nariz -Si, soy una persona que tiene su nariz un poco mas pronunciada de lo normal-. Al momento de revisar mi celular entre mi brasier solo encontré: nada. Probablemente se me cayó al momento de estar corriendo y por la adrenalina no lo sentí.

Caminé en la vereda de al frente del casino, solo para asegurarme de que Harry no estuviese observando y no se diera cuenta que conozco a las personas que estaban ahí. Observé como Keith estaba exasperada con el celular en su oreja, probablemente queriendo llamar. Lo primero que atiné fue alzar mis tacos para llamar su atención mientras la miraba de reojo, me favoreció que el ruido que se había provocado ya no era tan estruendoso. Ví como notaba mi señal y le avisó al teniente Hudson que estaba a su costado. Yo seguí caminando tratando de evitar el contacto directo hasta que finalmente di con mi coche.

Cuando me subí, sentí como se me levantaba un peso de encima. Me quedé unos segundos analizando todo lo que había pasado hoy, lo pésima que fui al tener mi primer contacto casi normal con Harry Styles, la angustia, nervios.

Nunca me imaginé que él también estaba observándome, desde Madeline que notó mi presencia y le acertó a prácticamente todo, aunque hice mi "mejor" esfuerzo en desviarlo, y con "mejor" quiero decir que lo hice pésimo. Pero tengo todas las fichas puestas en mi, tengo la leve sospecha de que Harry Styles podría ayudarme a descubrir quien es Ethan -sin saber que soy policía, claro.

Lo peor, es que se suponía que no iban a despegar los ojos de mí y sorpresa, me encontraba completamente sola con él, qué gran brigada.

Zayn me sacó de mis pensamientos entrado a mi coche, sentándose en el copiloto. Bajo la ventanilla y prendió su cigarro.

—¿Dónde estaban?— le pregunté con una voz casi inaudible, mi cabeza estaba pegada en la cabecera del asiento sin dejar de mirar hacia el frente en un punto fijo. No me había visto en el espejo, pero me podría imaginar que mi cara estaba hecha un desastre. —Vi a Keith llamando a alguien por teléfono ¿Me estaba llamando a mi?

Zayn inhaló por segunda vez su cigarrillo y botó el humo lentamente por la ventana. Segundos innecesarios de silencio.

—Era por ti.—claro que temía a esa respuesta ¿Quién no? se suponía que ellos iban a estar tras mío en cada momento, pensaba que me iba a sentir segura haciendo esto, tal como me lo prometió Hudson, y ahora me entero que Keith ni nadie sabia mi paradero. —Y por mí.