Miss Jung ⋆ wheesa

⩩ 🌾 ˒˒ four.

 ᨒ

Hwasa finalmente llegaba a la mesa donde aquella alfa se encontraba, la más alta se levantó para mover la silla para que la otra se sentara, ella le sonreía tímidamente, sus mejillas completamente teñidas de un tono rojizo, los nervios se mezclaban con la emoción, su mente daba vueltas y su corazón un revuelco, absorta en sus sentimientos.

La alfa volvió a sentarse, sin poder detener su constante mirada a la mayor, las manos le temblaban sudorosas, parecía ser una bolita de nervios. En ese momento, Wheein había quedado sin la capacidad de hablar. En su interior pudo oír lo que todos conocemos como conciencia hablar, diciéndole que tenía que hablar con ella.

La omega esperaba a que ella tomara la iniciativa de hablarle y Jung solo quería gritar y decirle que se casara con ella para que después tuvieran muchísimos cachorritos, pero su cerebro simplemente decidió no dar reacción alguna a su boca, las palabras simplemente no querían salir, apenas y pudo murmurar un "Hola."

Tenía miedo de decir algo que hiciera a la mayor sentirse incómoda, y que terminara arruinando la noche especial.

Mientras tanto, Hyejin lloraba internamente al ver los ojos y manos temblorosas de la rubia, creyendo que su mirada casi asustada quería decir que se estaba arrepintiendo y no quería estar ahí, con ella.

Si tan solo supiera que la otra estaba queriendo chillar, gritar, dar vueltas, brincar y llorar de la emoción...

Quizás chillarían juntas.

Quizás llorarían, juntas.

Quizás brincarían, juntas.

Quizás darían vueltas, juntas.

Quizás harían mil cosas... juntas.

Pero primero, debían tener esa maldita primera cita.

— ¿Cómo has estado? — La mayor habló, rompiendo la extraña tensión, una cálida sonrisa se avecinó. — Oh, uhm... Muy bien, sí sí. ¿Y tú? — Ahora hasta su voz temblaba. Hyejin había entrado en calma cuando notó gracias a las feromonas que soltaba la otra, que la rubia solo estaba nerviosa, ese peculiar tono rojo de las mejillas de aquella delataba el hecho de que no estaba en lo correcto al pensar que la otra quería dejarla ahí. Sus propias mejillas a ardían con fuerza al ver a la más alta, no era por nada, pero aquella tarde, esa chica estaba ardiente, ese estilo en realidad era lo suyo.

La cita se mantuvo rondando por todos los temas triviales durante los primeros 40 minutos; hablaron desde el bellísimo sol que ya se escondía, hasta de lo lindo que era el color del mantel de su mesa. Finalmente, Wheein se soltó un poco, logrando crear un ambiente más cálido y libre, terminaron hablando de sus planes de vida, los negocios que manejaban, las dificultades de ser las jefas en sus respectivas empresas, hasta llegar al punto de hablar de lo que todos temían; su vida amorosa pasada.

Jung descubrió que Hwasa estuvo a punto de ser esposa de un magnate estadounidense gracias a las deudas de su padre con otra compañía, intentó hacerse amiga de aquel hombre, incluso él se enamoró realmente de ella, ella intentó hacer el sentimiento mutuo, sin embargo en ese momento descubrió que nunca le atrajeron los hombres, le encantaban las mujeres; se canceló la unión y su padre buscó otra manera de pagar todo por otros medios y así finalmente mantener la felicidad de su hija. Wheein casi se pone a llorar de tristeza con su historia.

Wheein le confesó con un fuerte nerviosismo a Hyejin que era la primera vez que realmente tenía una cita "de adultos serios" y por su propia intención, pues la mayoría de los intentos de vida amorosa de Jung habían sido por evitar tener que rechazar y herir a alguna persona que se le confesara en la secundaria, y por eso no habían llegado a nada. Hyejin realmente se sorprendió, la menor era en realidad un excelente partido, ella era más que perfecta en cuanto a físico se trataba, su economía era de las más estables que había visto, su inteligencia era impresionante y lo más importante: sus valores éticos y morales eran impecables, era completamente perfecta. Ella verdaderamente se emocionó, se sentía muy bien ser esa persona que había llamado la atención de la rubia, y el hecho de que probablemente ella sería su primer todo le hacía sentir emocionada, aunque sonara extraño.

Esa fue una velada completamente agradable, llena de risas, sonrojos y leves coqueteos. Cuando Jung llegó a su casa, sentía que podía gritar de la emoción, solo daba saltitos por todos lados, y su sonrisa no se borró en ningún momento.

Hyejin no se sentía muy diferente, se pasó desde que Wheein la llevó a casa saltando, cantando y sonriendo. Apenas se iban conociendo y ya se sentía fascinada con la "pequeña Jung" -como le había puesto, cariñosamente-, era definitivo que aquellas dos tenían algo especial más allá de ese lazo con el que las unió simbólicamente la diosa de la Luna. Aquella alfa tenía algo que la había hecho suspirar como nadie antes lo había logrado.

Esa noche durmieron plácidamente, cada una pensando en la otra...

que lindo sería actualizar seguido, pero q esperar de mi misma es la duda.

GRACIAS POR LEER AMORCITOS PRECIOSOS DE LA CREACIÓN. 💐💐💐💐💐💐