¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᨒ
— Jung Wheein, siendo conocida como una de las empresarias más famosas de la industria del turismo, a sus castos 25 años, era ya gerente de más de 10 de los hoteles más lujosos y solicitados de Corea del Sur, consiguiendo así una gran fortuna que le daba la posibilidad de "conseguir lo que deseara", según decía la gente.
Como cualquier persona conocida, ella era muy juzgada, muchos pensarían que su fortuna le haría tener una personalidad egoísta, presumida y materialista, llena de desprecio por cualquiera que no viviera en su misma condición socioeconómica... Más la realidad era que la alfa era como una pequeña niña que solamente quería felicidad para todos, amable y ciertamente muy noble.
Ella simplemente deseaba quien la amara y pudiera hacer latir desenfrenado a su corazoncito -cosa que también se creía, podría encontrar fácilmente, ya que la señorita Jung era ganadora de muchos corazones por sus impresionantes visuales, su altura de casi 1.80 metros, su sonrisa cautivadora y por supuesto su cálida forma de ser era un gran atractivo para cualquier alfa, beta u omega que la rodeara-.
Pero, a pesar de todo, por más atractiva, millonaria o cariñosa que fuera, a su corazón aún no entraba esa persona especial; aunque sin mentir, había alguien que desde hace un tiempo se encontraba buscando la llave de la puerta a su corazón, y no parecía querer darse por vencida hasta encontrarla.
Desde aquél lujoso desfile de modas que se había llevado a cabo en las instalaciones de uno de sus hoteles meses atrás, al ver a la diseñadora autora de ese evento, notó desde el primer momento cómo su estómago se revolvía con mariposas en su interior, Ahn Hyejin, era el nombre de la chica, su piel bronceada y sus características facciones habían cautivado la mirada de la alfa y la habían dejado con un sentimiento fuerte en su pecho, sus latidos se habían alocado. En el momento en el que cruzaron palabras, casi se derrite ahí mismo, pues la mayor le sonrió un par de veces. El olor que tenían sus feromonas simplemente alteró su ser, el dulce olor a fresas con miel era definitivamente su olor favorito de ahora en adelante.
—¿Señorita Jung? — Esa voz la sacó de sus pensamientos, era su asistente (y si se podría llamar así, su mejor amiga.) Ahora se encontraba en la oficina, sin embargo, al pensar tanto en aquella omega, no se dio cuenta de que Kim la estaría viendo desconcertada, dándose cuenta de que no le habían puesto ni la mínima atención. — Llevo casi seis minutos explicándote lo que nos pidió la señorita Hyejin, pero desde que dije su nombre usted se perdió en su mundo, señorita. — La omega reprochó, inmediatamente cruzándose de brazos, puchereando un poco. — ¿Tan obvia soy? —Al ver a la rubia arquear una ceja se dio una cachetada mental; se expuso a sí misma. — Digo, digo, perdona Yongsun, ¿puedes repetirlo? en serio lamento mucho no haberte puesto atención. Y, además, te dije que no me trates tan formal, sabes que no me gusta que me digan señorita. — La menor asintió riendo con suavidad, y volvió a explicarle. Ahn quería utilizar el hotel nuevamente, para un desfile de modas en el que presentaría la nueva colección que había realizado, y claramente ella no se iba a negar; más aun sabiendo que eso le presentaría la oportunidad de hablar con ella de nuevo.
Algunas horas después laseñorita que tanto había causado en ella se encontraba ahí en su oficina, coordinandolo que faltara para su evento. Más de una vez, Wheein se quedó mirando a laomega fijamente, pero ella la llamaría con un suave: "Miss Jung, I'mtalking to you", y así Wheein volvía a la vida, una vida que en estemomento agradecía tener.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
