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—Te tratan como a una puta —YangYang le dice, revolviendo su bebida con su dedo. —, porque actúas como una.

DeJun le arroja un maní en su vaso, porque él lo pidió, más o menos.

—Que tú lo digas, es más un cumplido. —suelta, moviéndose en la incómoda mesa.

La noche parece tan tranquila, que se arrepiente de no haber elegido a ese ligue al que ignoró.

YangYang se encoge de hombros, terminándose su trago —con el maní incluido— y le quita la cerveza de la mano a XiaoJun.

—Los chicos lindos pueden oler a una puta a kilómetros de distancia. —continúa, toma un sorbo de la botella y hace una mueca de disgusto cuando traga.

A DeJun le gustaría que YangYang le devolviera su cerveza, gracias.

—Entonces deben estar haciendo fila afuera, esperándote. —responde. —Chupapollas.

YangYang le lanza un beso, toma otro sorbo de la cerveza, haciendo otra mueca de disgusto.

—Pide una copa de vino. —sugiere, cruzando sus largas piernas. —Es elegante.

—¿Quién dice que me importa ser elegante?

YangYang sacude la cabeza, se gira un momento y cuando lo mira de nuevo, DeJun se da cuenta de que su cerveza no-muy-elegante, descansa al fondo del basurero.

YangYang pagará esta. De eso no hay duda.

—Dulce y cachondo DeJun. —YangYang dice, haciéndole señas al mesero para que se acerque. —¿Recuerdas esta mañana, cuando lloraste...?

—Yo no lloré. —DeJun lo interrumpe, golpeando la mesa con su mano.

YangYang lo ignora.

—¿Cuándo lloraste mucho después de que Kun te dejara?

DeJun quiere arrancarse los ojos.

—¿Recuerdas lo que tu sabio amigo te dijo? —YangYang insiste, inclinándose hacia adelante como si no pudiera esperar por la respuesta de DeJun.

XiaoJun se encoge de hombros.

—Emborrachémonos y encontremos otro. —dice, mientras su mente vuelve a ese potencial ligue.

YangYang lo mira con el ceño fruncido.

—No, lo otro.

DeJun piensa. YangYang dice muchas cosas porque apenas se calla. Lo otro podría ser cualquier cosa, de verdad.

—¿Trae a tu lindo amigo tailandés y vete cuando te dé la señal?

YangYang suspira.

—Lo otro.

DeJun está harto. Arrastra sus uñas por el brazo de YangYang y se detiene cuando este suelta ese pequeño grito que estaba esperando.

—Maldito animal. —YangYang lo insulta. —No puedes conseguir novio si no tienes madera de novio primero. Eso.

Oh, eso. A DeJun se le olvidó.

—Nunca dije que quería un novio. —aclara, poniéndose la chaqueta. —Pero tengo madera de novio. —señala, cerrando la boca cuando el mesero por fin se acerca a su mesa.

YangYang pide por él una copa de vino blanco.

Y ahora DeJun es una madre de tres niños, depresiva y sin trabajo.

YangYang levanta las cejas.

—¿En serio? —desafía. —¿Qué te hace tener madera de novio?

Boyfriend Material [XiaoDery]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora