El Devorador de flores

SPOILER

Una combustión intensa abrazando su mente

Una adoración cálida lo había envuelto haciéndolo sumergirse en una excitación abrasible

-Ngh~... ¡Uh! ¡Ah~!

Resoplaba con la saliva espesa y pesada

-¡Ya no puedo, Kacchan!

Dijo poniendo sus manos en el pecho descubierto sintiendo la tibieza volverse tan atrayente como si hubiera una nevada y esa fuera una fogata.

-Ngh~ ¡Ba-b-bakugou~!

Katsuki se hallaba tieso viendo las consecuencia de un inocente juego, tanto así que cayó como peso muerto con las suaves palmas que lo presionaron. Para sorpresa, sus orejas se calentaron en un furioso rojo cuando Deku sin perder tiempo puso su mojado culo encima de su abdomen, dejándolo totalmente inmovilizado.

"Bah~" jadeaba nubes de deseo mientras su cara llevaba el color que tanto adoraba katsuki, duraznos maduros.

-Ka-kacchan, dámelo, damelo, por favor.

Logro hacer las palabras e impaciente por la respuesta de forma inconsciente refregaba su entreda húmeda contra el, quizás queriendo hallar un bulto para aliviarse.

Bakugou sintiendo la viscosidad y la mueca que lo llevaría al cielo, no había forma de desechar a esas mejillas encendidas y esa boca goteando promesas de abismal goce.

Subió las manos, antes agazapados en la tierra, reteniéndolas, agarró ligeramente las caderas del pecoso y con la voz a cuatro octavos y temblorosa por el anhelo dijo:

-Mi polla es toda tuya, toma lo que quieras de mi, Deku.

Izuku sintió en su bajo abdomen la contracción que le genero la victoria y una explosión inédita de excitación por esa frase, ya estaba decidido, se lo montaría hasta quebrar su pelvis.

Primero quito su chaleco de un tirón y desabotono su camina, pero antes de poder seguir con la hebilla de su cinturón sintió el jalón brusco en su cabello para llevarlo frente a la cara de Bakugou.

Katsuki quedó un momento en pausa para disfrutar de los cristales húmedos y del silencioso incendio que había en sus orbes; detrás de las lágrimas Midoriya acerco sus bocas y fue katsuki quien exagero el toque volviéndolo voraz, Bakugo en definitiva disfrutaba de los mullidos labios rosa.

Izuku no se detuvo en ningún momento, ya tenía los pantalones en las rodillas, así que al finalizar el beso por un respiro, el se enderezó y torpemente se saco la prenda, ya desnudo se arrodilló sobre el mientras difícilmente podía deshacer los raros seguros... sin esperarlo la mano tibia del rubio abrazo la cabeza de su miembro y con el pulgar acarició la punta.

-Nuagh!

Se estremeció arqueando la espalda debido al inesperado toque, una sonrisa satisfecha se marcó en el otro, que sin compasión llevo la otra mano, al ya en proceso de dilatación, agujero rosa.

-Vamos Deku, ¿Quieres montarme no?  Que mal esfuerzo haces- presionó con más fuerza el pequeño botón -¿Que tal se siente? ¿Me quieres a mi? ¿Aquí?

Los dedos fueron salvajes, masajeando por fuera y golpeando por dentro.

-Si quieres algo es mejor que lo hagas rápido

Y Deku viendo a los ojos al abismo, se recostó apretándose contra el pelicenizo comenzando a gemir muy mal quedando sin aire.

-¡Ah! ¡Ah! ¡Kacchan! ¡No! ¡U-u-uh! ¡Ngh! ¡Oh, s-siii~!

"Y son solo mis dedos" bufo katsuki

Deku ya consciente apretó su abdomen con el otro, creando presión contra la mano en su pene, haciendo así que dejara de moverse, este saco su mano atrapada y la llevo a su boca viendo como este luchaba por sostenerse y sujetar su mano libre y sacarla de sus entrañas.

-¡Kac-chan!

Dijo en reproche azotando su mano al suelo junto a la cabeza del otro.

-Deku

Respondió de forma irritada y escalofriante*
Para luego girar el rostro y lametear sus dedos con el líquido dulzón y aromático al omega de encima.

Izuku quito sus manos y apartó los ojos, avergonzado por lo que vio hacer a katsuki. Con facilidad corrió un poco hacia abajo el pantalón, viendo lo tan esperado.

Con su forma gruesa y colores saludables, con esas venas amenazadoras sello del portador, la punta ya húmeda por la contención (al menos no era el único impaciente) suspiro por deseo de tal figura.

Lo saco haciendo presión con sus dedos para torturarlo aunque sea un poquito.

Katsuki no intervino y alejo sus inquietas manos de lo que sus ojos adoraban. Ver al tembloroso cartógrafo como se esforzaba por enterrarlo en el, era, locamente, **

¡Clap! Sonaron sus pieles al acoplarse.

-"ugah"

Gruño abajo de su cuero sintiendo la única calidez de su adoración y su interior húmedo.

-¡Oh, demonios!

Gritó el pecoso iniciando el juego de arriba-bajo apoyándose del duro abdomen, no comenzó suavemente, era un ritmo profundo y agitado sin ritmo, y aunque no era eso "lento" en definitiva era lo más suave que podía ir las caderas rebozadas de necesidad.

-¡Ah, ah, ah, demonios, de~monios!

Inesperadamente la mano de katsuki fue a sujetar la mejilla salpicada.

-Oh no, Deku, mi nombre es Katsuki, no le grites a otro diablo.

-¡Buaaaaagh!

(...)

Gimió hondo el de cabello rizado, encorvandose hasta casi chocar su frente con la clavícula sudada debajo de el.

-¡No! ¡A-ah! ¡No!

Dejo el sube y baja, para como una pequeña sirena mover las caderas simulando el mar, como si solo la  frotara en su interior.

-Ah, Ah, no!- y en ese frote aplastó su mejilla al sudor del otro, mientras tensaba sus blancos bicebs pareciendo que hiciera lagartijas, pero solo moviendo sus necesitadas caderas.

-agh... Mierda... ¿"No" que, estúpido Deku?

Resongo esperando entender sus lloriqueos, depronto aumentaron "uh, uh, aaaaaaah, Kacchan, no me quiero venir" Dijo repentinamente con una voz tan dolida que Bakugo por un momento se aterró...
Pero cuando, como una bestia, enderezando su torso subio las manos a la cara, la tapo a medias, para luego arquear la espalda  y subir el rostro al cielo, en esa pose, impulso con fuerza y brusquedad con las piernas, logrando un placer tan destructivo.

Sus gemido se volvieron hipidos inentendibles.

Las voz se diluyó en sus dedos, su abdomen se derretía, sus ojos se borrarian con tantas lágrimas complacidas.

-Izuku, Deku... Agh, ugh, qui, quita tus malditas manos.

Y sin dar espera, el hombre subió las manos para agarrar las contrarias y colocarlas sobre sus pectorales.

"oh" salió ronco, casi como si con garras tratara de salir de la garganta atormentada de Katsuki, que utilizaba toda fuerza para no correrse, pero sintió su límite, y solo quería una cosa ahora...

-¡Kaccha... Katsuki!

Le gritó con un gemido disuelto. Katsuki hizo el amago de impulsar las caderas y sujetar su cuerpo para tirarlo de encima, pero Midoriya fue más rápido y agresivo, subiendo las manos a sus hombros con un terrorífico gruñido, Katsuki totalmente deshecho de necesidad le devolvió el gruñido, pero cuando el peliverde subió las caderas con distracción, y se dejó caer con fuerza golpendolo al suelo...

El vio estrellas, y en la pelea de gruñidos, Katsuki perdió por un poderoso gemido.