|| 𝙏𝙚 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙤 : 𝕵𝖎𝖆𝖌𝖑𝖎𝖙 : FINALIZADA || ✅✅

★ 𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚄𝚗𝚘★

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Mauro jamás pensó que iba a necesitar a alguien tanto en su vida, hasta el punto de sentirse incompleto y miserable si no lo tenía a su lado. Algo que le estaba sucediendo lamentablemente ante la recién ruptura con su ex pareja Matías, un hermoso y atractivo Alfa que cualquiera quisiera tener como pareja.

Pero que era demasiado picaflor para mantenerse estable en alguna relación, cosa que había sucedido en el caso de Monzón, aunque con este sí pareció durar un poco más de tiempo de lo acostumbrado. Situación que lo hizo pensar, que posiblemente había encontrado en el peliblanco al posible amor de su vida, a su destino.

Pero la vida era caprichosa e inestable, por lo que el bello romance entre ambos terminó por esfumarse, acabarse y hasta cierto punto romper con el frágil corazón de Monzón. Quien pensaba que Spallatti era la persona indicada para él, aunque realmente ni se le acercaba hacer algo especial, a pesar de estarlo necesitando y anhelando a cada instante.

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— Vamos Mau. — Tiago un buen amigo del ojiverde le pidió a este, quien se encontraba recostado en su pieza, con un buzo perteneciente a Matías, que aún mantenía un poco de su aroma en él. — Deja ya eso por favor, que no sabes lo mal que te está haciendo. — el joven Alfa le pidió, pero solo logró que el contrario soltara un fugaz sollozo.

— E-es que n-no pu-edo. — Monzón chilló, con su Omega interno llorando a más no poder, al sentirse insuficiente para que Spallatti se hubiera quedado con ellos. — Q-quiero que M-matías vuel-va. — pidió, algo que era prácticamente imposible de cumplir, debido a que aquel ya se encontraba en una nueva relación.

— ¿Y vos para qué mierda querés a ese culiao cerca? — Paulo, otro de los buenos amigos de Mauro dijo, interrumpiendo en la situación. — ¿Acaso no entendés que el pelotudo ese solo jugo con vos y nunca te amo de verdad? — suelta con rudeza, que solo causa que el contrario se ponga a llorar con mucha más fuerza que antes.

— Eu, tampoco seas así. — Pacheco le reprocha al rubio por sus secas y frías palabras, pero sabía que en cierta manera el otro Alfa tenía la razón, aunque no fuese la manera más correcta de decirlo.

— Es que me parece injusto que Mauro esté aquí llorando, mientras Matías se la está poniendo a alguien más. — Londra suelta, sintiendo demasiada pena por su amigo. — Así que Mauro tiene que hacer lo mismo y demostrar al tarado ese que nunca fue nada importante para él. — indica, pero Monzón siguió demasiado concentrado en sollozar.

— Esto no parece tener un fin. — el morocho murmuró dolido, ya que tampoco le gustaba ver deprimido al peliblanco. Además de que sentía una fuerte atracción hacia él, lo que le hacía estar a su lado todo el tiempo, para ver si el ojiverde terminaba olvidando por completo a Spallatti gracias a su ayuda.

— Claro que lo tiene y será ahora mismo. — Paulo informó, mientras se acercaba a la cama. — Mauro, quiero que me des ese buzo y todo lo que pueda tener el aroma de Matías. — demandó de inmediato.

— ¿P-para q-qué? — el Omega cuestionó, recibiendo una seria mirada de parte del Alfa rubio ante lo clara que fue su pregunta. — N-no p-por f-favor. — sollozo, ante la evidente idea de que el otro iba a tirar las cosas que aún le quedaban de Spallatti, aunque sabía que ese podría ser el primer paso para que todo empezará a cambiar.