★ 𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚃𝚛𝚎𝚜 ★

1K 77 67
                                    

~*~*~

Mauro nunca se imaginó que Tiago iba a tratar de cumplir con lo que había dicho, hasta cierto punto pensó que Pacheco solo habló de aquella manera para que sintiera un poco mejor y que pensará que tenía a alguien con quien contar ante su situación, la cual no era para nada fácil.

Pero al final dejo que el menor intentará ganarse con detalles su afecto y amor, sin importarle aparentemente que estaba encinta y que al final de cuentas había decidido continuar con el embarazo, obviando la interrupción de este mismo por lo alto. Debido a que ya se había encariñado con el cachorro y no quería deshacerse de él, a pesar no tener a Matías a su lado, pero aún así iba a intentar tener a su cachorro él solo, o bueno...

Quizás no tan solitario como pudo haberse esperado en un principio.

.

.

.

.

Los primeros meses de gestación para Monzón fueron más que un infierno, porque tenía que lidiar con los primeros cambios que su cuerpo iba a tener por nueve largos meses. Tanto de manera física, como mental, porque sus emociones siempre estaban a flor de piel y se había vuelto mucho más sentimental que antes.

Un claro ejemplo de ello, fue cuando Paulo le prohibió comerse un helado de agua, ya que se había comido más de cinco en menos de una hora, y podría enfermarse si seguía de esa manera. Y el resultado de esa negación fue un peliblanco haciendo un fuerte berrinche, mientras se quejaba y sollozaba entre los brazos de Tiago, quien hacía todo lo posible para calmarlo.

.

.

.

—P-paulo y-ya n-no me q-quiere. — se había quejado por más de una tercera ocasión ante Pacheco, quien solo veía de manera suplicante al rubio que se encontraba enfrente del refrigerador, impidiendo que Mauro se acercará lo suficiente como para obtener un nuevo helado de agua.

—Deja de decir eso Mauro, que solo te estoy cuidando. — Londra responde de inmediato, escuchando a lo lejos cómo Monzón lloraba mucho más fuerte que antes solo por un insignificante helado a su parecer.

—Dale uno más por favor, que va hacer el último que se va a comer. — el menor de los tres propone, queriendo que el Omega dejara de llorar de esa manera tan incontrolable. —¿O no es así Mau? — consulta, recibiendo una baja respuesta.

—S-si. — el ojiverde murmura, algo avergonzado por armar un quilombo como ese, pero en verdad quería un helado más. —Y-yo lo p-prometo. — agrega, pareciendo estar lo suficientemente seguro como para cumplir esa promesa.

—Ash, está bien. — Londra parece aceptar, dejando que Mauro se acercara por al refrigerador y que sacará el helado del sabor que más le gustaba, para después írselo a comer a la sala o algún otro lugar con mucha tranquilidad.

—Muchas gracias Gotti. — Monzón le agradece enormemente al morocho, como si fuese un nene sumamente feliz por tener lo que más quería en ese preciso momento, dejando también un corto beso sobre la mejilla del antes mencionado para retirarse a quien sabe dónde.

—Mas te vale que no le des más helados, porque si se enferma de gripe vos lo vas a tener que cuidar. — el rubio amenazó al menor quien no parecía estarlo escuchando, al estar demasiado embobado por el gran beso que recibió de parte del peliblanco y que lo había dejado más que deseoso por otro contacto de ese tipo.

.

.

.

.

|| 𝙏𝙚 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙤 :  𝕵𝖎𝖆𝖌𝖑𝖎𝖙 : FINALIZADA  || ✅✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora