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En el templo de Raiden solo servían puros betas, con guerreros alfas, fuertes y capaces de enfrentar a cualquier enemigo proveniente del mundo exterior, capaces de todo, incluso de dar la vida por amor a la tierra y a sus parejas. Los omegas no eran comunes en un recinto de peleas, donde solo se encontraban puros alfas, dejando su olor por todas partes, intentando pelear cuándo claramente solo podían servir por sus arcanas, sin duda, incluso solo se les permitía ayudar solo en el área médica.

Pero para Kung Lao y su primo Liu Kang, no era así, eran dos guerreros de nombre a pesar de ser Omegas, son grandes combatientes, excelentes manejando sus arcanas y magníficos en el manejo del combate mortal.

Liu Kang hace no mucho se convirtió en el Omega del último desendiente de Hanzo Hasashi. Cole Young.

El maestro del fuego acepto que aquel alfa guerrero clavara sus colmillos en su piel no mucho después que lo conoció.

En el desierto mientras él hacía su vigilancia diaria, en los alrededores del templo de Raiden, tres alfas caminaban sin curso alguno, de inmediato su vista fue a dar a uno de esos tres, su corazón salto de alegría, su Omega interno se alegró al verlo y sentirlo en sus fosas nasales, sabía que era su destinado pero tenía miedo de aventarse a él muy pronto.

Las cosas se fueron dando lento, sus vistas se cruzaban más a menudo, incluso sus manos se llegaron a tocar por momentos cuándo el omega hacía su trabajo de curar al alfa. Tenían química, Incluso cuándo Kano lo lastimo verbalmente, Cole lo defendió y se puso enfrente de él, era obvio, el alfa de Cole protegería a su Omega con todo su ser.

Liu se sentía seguro.

Luego del último torneo qué ellos ganaron, el alfa confesó sus sentimientos hacía el Omega de fuego, y cómo era de esperarse Liu acepto los sentimientos del peleador.

Luego del lapso de una semana hubo una unión pequeña, la pareja se hizo oficial. Lord Raiden aceptó y bendijo su unión, ya qué él también se unía con la alfa Sonya.

Los celos ardieron en el alfa Kano al haber perdido a la que él consideraba su mujer.

Jax se daba su tiempo, andaba detrás de una bella y rara alfa, pero prefería darse su tiempo puesto que aún se estaba acostumbrando a sus nuevos brazos. . .

Y ahora nuestro protagonista.

Kung Lao.

El joven Omega no estaba interesado en ningún alfa, y Tampoco estaba desesperado por uno, él seguía su camino, él estaba plantado, quería seguir siendo el gran guerrero que era, cómo Kung Lao, desendiente del gran Kung Lao, campeón de la orden de la luz.

— el soltero más estúpido de toda china. — Detrás de nuestro protagonista caminaba el psicópata de pelo rojo. Lo molestaba, el alfa no tenía nada que hacer así que molestaba al Omega.

Más el Omega era lo suficientemente pasivo cómo para tener el suficiente control para no partir a la mitad al alfa con su sombrero.

— Ya se lo qué es. . .  — Kano acorraló al omega. Lao solo apretó el puño, se estaba enojado, la presencia de ese alfa "fracasado" lo irritaba, y si no se lo demostraba se lo iba a gritar en la cara. — Alguien. . . Qué usa un sombrero, no diré quién, está enojado por qué su primito ya lo superó como Omega.

— No digas estupideces, fracasado. . . Estoy feliz por mi primo, y no quiero seguir perdiendo el tiempo contigo. . . Permiso.  — trato de decir mientras empujaba el brazo del alfa, cuando logro quitarlo, Kano lo sostuvo del brazo con tanta fuerza que le podría dejar marca.

— Un Omega no le puede hablar así a un alfa. . .

— Tu no estás a la altura de los verdaderos alfas. . . Suéltame. — el Omega trato de soltar su brazo, más el otro solo lo apretaba más.

— No me hables así pedazo de mierda, estás ante un alfa, y no cualquier alfa. — Kano lo acercó cada vez más, pero el Omega no se intimidaba.
— ¡Soy Kano! El alfa que todo y toda Omega desea.

— No me provocas deseo, cómo un alfa, lo único qué me provocas es asco. — El Omega fue arrojado a la zona de combate de una manera brusca, pero, al ser este un guerrero logró recibir bien el golpe y aterrizar de una buena manera y colocarse en una pose adecuada para combate.

El alfa gruñó y usó su Láser ocular para matar al Omega, pero éste se defendió usando su sombrero de escudo, Kano dejo de usar su Láser y Lao lo aprovecho para lanzar su sombrero contra él.

Pero solo logro que su arma se clavará contra la pared, Kano sonrió al verlo indefenso.

— Ahora sí pequeña perra, ven con Kano. — cuándo el pelirojo vió qué el omega estaba indefenso estaba listo para abalanzarse sobre él.

Cuándo pensaba que por fin tendría al Omega un rayo lo separó de su destino y lo mando al otro lado del área, Lao suspiro de alivio.

— ¡Kano!. . . Te advertí muchas veces qué dejaras a Kung Lao en paz. — Kano gruñó molesto. Por segundos Kung lao sintió su alma regresar a su cuerpo, el susto se le pasaba poco a poco. — Alejate de él. . . O, yo mismo te mataré.

Luego de qué el Dios del trueno lo amenazo, Kano abandono el área enfurecido, Kung lao se sintió más tranquilo.

— Gracias mi Lord. — Lao hizo una leve reverencia antes de huir del área.

— Cuídate de Kano. . . Él anda detrás de tí, hijo.

— Si debo matarlo, lo mataré.

— Él es un alfa. — El alfa del trueno se aseguró de que el área fuera segura para el omega, luego de eso le facilitó un portal a su habitación. — tiene más poder qué tú en ese ámbito. Ten cuidado. . .

— Lo tendré . . . Gracias mi Lord. — el Omega atravesó el portal de relámpago, siendo curiosamente seguido por su sombrero, que se despegó de la pared al ver abandonar el lugar a su dueño.

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"Perfecta Equivocación"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora