Cap. 5: Demon

320 23 4
                                    

I'm falling away with you...

Frank:

— Gerard, esto es absurdo. — reí viendo al mayor parado al borde de la azotea. — Te vas a caer. — repetí, pero él hizo caso omiso y se acercó a mi, rodeando con sus brazos mi cintura.

— Ahora verás como no... — Gerard cerró los ojos y se aferró más a mi. Lo miré algo desconfiado, su cuerpo empezó a temblar ligeramente.

— ¿Gee? — pregunté inseguro, dando un paso hacia atrás. El pelinegro dobló sus rodillas y se agachó hasta tocar el suelo con sus manos. Su respiración se aceleró mientras veía su camiseta romperse en la parte alta de la espalda.

— ¿Qué cojones...? — musité y Gerard rió, cortando la risa por una mueca de dolor. Un suspiró escapó de sus labios y delicadas plumas blancas empezaron a asomarse por su espalda. En varios segundos aparecieron más y más hasta que enormes alas se alzaron por encima de él.

Hacia tiempo que Gerard me había contado sobre esto, pero realmente nunca llegué a creerle del todo. Pero ahí estaba, levantándose lentamente frente a mi, con dos gigantescas alas de ángel a sus espaldas.

— ¿Vas a decir algo? — dijo sacándome de mis pensamientos.

— Estás sexy. — sonreí. Gerard rió. Me acerqué y miré por encima de su hombro las alas.

— ¿Pue...puedo tocarlas? — pregunté inocente. Gerard asintió. Con mi mano derecha acaricié la longitud de una de las alas. Eran suaves.

— Wow. — fue todo lo que llegué a decir.

— ¿Nos vamos? — preguntó con una tímida sonrisa. Miré a nuestro alrededor, no había nadie y seguramente la noche nos cubriría.

— ¿Y si alguien te ve?

— Frank...Voy demasiado rápido como para que nos vean, además, es de noche, y vuelo demasiado alto. — explicó el pelinegro. Tragué saliva, no es que tuviera miedo a las alturas, pero aquello, hay que admitir, no era común.

— ¿Y si chocamos con un avión? — pregunté cruzándome de brazos, su risa me provocó una sincera sonrisa.

— No vamos a chocar. — Gerard rodeó los ojos tomando mi mano con sutileza.

— ¿Y si me caigo? — cuestioné a lo que él suspiró, mirándome con su típica mirada de ángel, literalmente también.

— No voy a dejarte caer... Frank... Jamás. — se acercó hasta rozar nuestros labios. Sentí su piel fría, mientras que la mía subía de temperatura por momentos.

— ¿Lo prometes? — pregunté mirando sus ojos, que no se veían tan verdes a causa de la falta de iluminación.

— Te lo prometo. — y se acercó más, hasta que inevitablemente nuestros labios chocaron, dejándose saborear unos instantes, hasta que los dos sentimos que era hora de irse de ahí.

Gerard se separó, igual que la calma en mi, sentí mis piernas temblar. Su cuerpo abrazó el mío desde atrás y respiré hondo.

— Confía en mi ¿vale? — susurró en mi oído, yo solo asentí, exhalando fuerte un par de veces más.

— Ahora cuando empecemos a tomar altura, juntas tus piernas y yo las rodearé con las mías para que estés más seguro... Y cómodo. — rió al final, pero no pude secundar su risa y tan solo volví a asentir.

Sus manos se cruzaron bajo mi abdomen haciendo fuerza. Un frío me invadió de repente cuando sentí que el suelo ya no estaba bajo mis pies. Un aire provocado por el batir de sus alas desordenaba continuamente mi flequillo. Hize lo que Gerard me pidió y junté mis piernas, las suyas se doblaron para rodearlas y sujetarlas, dándome esa comodidad de la cual hablaba.

Detain The Dangerous -Frerarđ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora