-…y cuando mi inexistente alma abandone mi cuerpo, bébelo, y así serás el primer ángel llevando el más mortal de los demonios…-
Los trajes negros eran la marca latente en el verde y húmedo pasto del cementerio, todos portaban sus fúnebres rostros y las lágrimas como acompañante, no tardo en llover y así apareció lo clásico de esos días, frio, lluvia, angustia, perdida, pero nada estaba mas perdido que el chico de ojos oceánicos penetrando su mirada en la ahora mojada madera del ataúd de su adorada madre. Sus hermanas justo como el padecían de las más puras tristezas, y sin espera comenzó la ceremonia, pronto la tierra fue echada y las flores lanzadas como muestra del amor tenido hacia la ya no existente mujer. Todo termino y para Louis fue torturadoramente lento. Sintió la mano fría de su hermana posarse en la suya se dio la vuelta para ver los desgastados ojos de Lottie, le sostuvo la mirada y supo que era hora de partir.
-Debemos irnos- Louis asintió y así dejo aquel cementerio para irse a su apartamento acompañado de sus hermanas.
Nada podia remover el sentimiento de pérdida en Louis, nada, ni los abrazos de Lottie, ni los panecillos de Phoebe, nada. Llego y se quitó su chaqueta oscura dejándola en el primer mueble que vio, estaba exhausto, no se ducho, solo fue a su habitación, se despojó de sus ropas y se echó moribundo en la cama, nadie dijo nada, lo dejaron ser, y él se durmió ahogado en lágrimas y con los sueños más torturadores, los cálidos brazos de su madre y su dulce voz. Como siempre llego el amanecer y el sol se colaba travieso por las blancas cortinas de Louis, despertaba como nunca lo había hecho, destrozado, aun así, abrió con pesadez sus fatigados ojos, dejo la luz entrar y maldijo a todo lo existente en ese momento, no tenía ganas de levantarse, ni de comer, mucho menos de ver a nadie, no tenía ganas de vivir, pero debía, sus hermanas necesitaban de él. Miro alrededor y noto las ropas negras usadas el día anterior regadas por el suelo, pensó en que si su madre viera tal escena lo regañaría de seguro, entonces Louis se encontró riendo y llorando a la vez. La realidad lo golpeo como un cubo de agua fría al escuchar la voz de su hermana a través de la puerta de su habitación.
-Lou, son las doce del mediodía tienes que comer algo ¿estas despierto? Voy a entrar- y sin más la chica penetraba en el dormitorio de Louis, el cual a la velocidad de un rayo secaba sus lágrimas.
-Si estoy despierto, tranquila, comeré- fallo en tratar de darle una sonrisa convincente a su hermana la cual solo asintió y se fue. En esos momentos, hablar era como echar alcohol en la herida abierta, quizá era necesario, pero era mejor no hacerlo. Louis se levantó por fin y fue a su closet, de la cual tomo una vieja camiseta blanca y un chándal cómodo para andar por casa, volvió a mirar la ropa en el suelo, suspiro y la recogió, esta vez, haciendo todo lo posible por no pensar en nada. Salió de su cuarto con la ropa en la mano y la llevo a la lavadora, se dio la vuelta y ahí estaba Lottie mirándolo con cara de espanto.
- ¿Qué?
-No pretenderás lavar ese montón de ropa negra con el vestido rosa claro de Phoebe.
-Umm, si supongo.
-Estás loco, dame eso- Lottie le arrebato la ropa de la mano y Louis no pudo evitar sentir la normalidad volviendo a su vida. Se levantó y le dio un beso en la mejilla a su hermana.
-Eres sin duda la mejor- Ella no pudo evitar sonreír.
-Lo sé, te puse tostadas y jugo de naranja en la mesa, por favor, prueba un poco-podia notar el peso en la voz de su hermana.
-Lo hare tranquila- por mas gris que fuese su vida, debía de hacer algo por levantarse, aun tenia familia que cuidar.
Se sentó a la mesa y al ver su desayuno, su estómago no respondió, pero, aun así, comió todo. Estaba agradecido de que estuviera de vacaciones, aunque de todos modos tendría que responder al estudio, ya que aún quería hacer los resúmenes para el próximo curso. Decidió revisar su teléfono para ver si había alguna noticia relevante, solo encontró mensajes y mensajes de condolencias, suspiro y ni siquiera los reviso, se fijó en su fondo de pantalla, su madre, el pecho se le estrujo y decidió evitarse ese sentimiento, de verdad tenía que hacer algo al respecto si quería salir adelante, cambio su fondo por lo que parecía un viejo violín en medio de un bosque, y le pareció suficiente como para continuar su día, tendría que hacer algo, todo menos quedarse ahí donde sus pensamientos sacarían lo peor de él y sus demonios lo devorarían vivo, así que decidió ayudar a Lottie con la limpieza de la casa, lo que incluía la antigua habitación de su madre. Tomaron bastante tiempo, era tarde en la noche cuando Lottie se apareció con el rostro compungido en la puerta de su habitación.
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Vampire's Artem ||Larry Stylinson||
FanficA raíz de la muerte de su madre un confundido Louis decide trasladarse a Parolville, un apartado y pequeño pueblo en el que su mamá vivió cierta etapa de su vida, planeaba hallar respuestas, pero terminó llenado su cabeza con más incógnitas. Quería...