Kim Taehyung y Jeon Jungkook son los solteros más codiciados, ambos socios en la empresa más importante de Arquitectura en Corea. Su creatividad y dominio de técnicas tecnológicas de punta los hace lo mejor en lo que hacen.
Su belleza y carisma los...
Después de la visita de Jimin Taehyung pidió un tiempo a solas, Dongpyo se negó, pero después de que Taehyung le prometió que no haría nada malo y que solo sería un momento para relajarse, aceptó. Dong estaba en su habitación, se colocó la pijama y se impacientó, habían pasado veinte minutos y Taehyung no regresaba. Hoseok lo observó cuando pasaba por la habitación, este posaba para una selfis. Hoseok sonrió y se acercó al jovencito quien no se detenía.
─ ¿Qué haces?
─ Le envío fotos a Tata para que vea de la hermosa persona que perdería si hace algo malo. ¿Te imaginas ya no ver este lindo rostro.
─ Definitivamente un destino peor que la muerte. ─ dijo sonriendo, se acercó y le palmeó la espalda. ─ ¿Si sabes que solo han sido veinte minutos y que de aquí a la playa, yéndose por la entrada principal son diez minutos y que si él desea despejarse caminará unos 40 minutos por la playa?
Dongpyo sonrió un poco triste, Hoseok imaginó en lo que pensaba el pequeño, todas las veces que vio a Taehyung depresivo. Se acercó a Dong y lo atrajo hacia él, lo sentó en su regazo y le acomodó algunos mechones rebeldes. ─ Dong dime ¿En qué se pierde tu cabecita?
Dong hizo un puchero y observó los ojos de Hoseok, Taehyung le había dicho en una ocasión que los ojos de Hoseok lo transportaban a un lugar tranquilo y lleno de paz, por tanto cuando los veía se sentía desnudo y con ganas de dejarse arrastrar por él. El chico acunó el rostro de Hoseok y lo vio frente a frente, se perdió en el brillo de aquellos ojos tan llenos de una sinceridad y transparencia que lo envolvían.
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─ Tae tenía razón... Tienes los ojos más bonitos que existen.
Hoseok se sonrojó y acarició las mejillas de Dongpyo y le sonrió. ─ Cuando conocí a Tae estaba muy mal, siempre llegaba ebrio y deprimido, en cierta ocasión en sus borracheras me mostró una foto de una persona muy especial para él, dijo que era la única foto que tenía de esa persona y la única donde se podían ver sus ojos. ─ Hoseok se tensó ante las palabras del pequeño, este sonrió. ─ Eras tú... dijo que nunca pudo verte a los ojos porque le desnudaban y le hacían querer desahogarse y que no deseaba ser la desgracia de esa persona. Hoy que veo tus ojos puedo decir que es cierto y que deseo confesarte lo que solo Tata conoce.
─ ¿Estás seguro? No quiero que te presiones a penas y nos conocemos.
─ Lo haré... quiero hacerlo.
//Yo nunca supe lo que era tener una familia, mi madre me abandonó cuando yo era muy pequeñito, mi padre no me amaba porque era un doncel, además de ser antinatural, era el recuerdo de la mujer que lo engañó. Desde pequeño fui un poco crédulo y él por vergüenza decidió educarme él mismo en casa. Pero su educación consistía en solo saber leer y escribir decía que no me hacía falta nada más y que yo solo serviría para que me follaran. En ese momento no sabía lo que él quería decirme, yo trataba de aprender algo más, pero no sabía hacer nada más... Una vecina me regaló unos mangas que eran de su hijo, él había fallecido así que no le servían, entonces me obsequió varios shonen y tres shojo. Empecé a vivir en ese mundo tan fantástico y evadía la realidad, a veces mi padre llegaba con unos amigos y me tocaban, cuando yo me defendía mi padre me golpeaba. Entonces me encerraba cuando llegaban sus amigos, para evitar esas situaciones extrañas para mi.
