The Only Exception

Un nuevo yo

Soy Jung Hoseok un chico común y corriente, tengo 25 años de edad y soy asistente del magnate multimillonario y playboy, Min Yoongi. Mi vida no ha sido fácil, a los 13 años perdí a mi madre, era un mujer hermosa su nombre era Jung Dawon, según dicen me parezco mucho a ella, pero al ver sus fotografías ella era sumamente preciosa. Sí, tengo su apellido, pues mi padre al saber de su embarazo nos abandonó, fue el primer rechazo que recibí. Ser hijo de una madre soltera no es bien visto en esta sociedad conservadora, por lo cual tuve cero amigos, sus padres decían que no éramos una familia decente, nunca reclame, pues tenía el amor de mamá, pero a los 13 años la perdí, si lo había dicho antes, es solo que a veces tiendo a recordar que todo lo que me ama debe desaparecer del mundo.

Fue muy duro para mi, mi madre era todo lo que tenía, me enviaron a un orfanato, donde estudie con muchas personas que no conocía, hasta que me enviaron a una familia que apoyaba a los niños como yo. Cuando estuve en la universidad, tuve que buscas dos trabajos y estudiar, quería ser arquitecto. Al ser el número uno y tener cero tiempo para socializar, no tenía muchos amigos. Recuerdo que hubo un chico que se me acercó, supuestamente quería ser mi amigo, pero que va, solo aprobó la materia y me dio una patada en el culo, tercer rechazo, el segundo fue de mis compañeros de clase, si lo habían notado.

Admiraba a los jóvenes arquitectos con futuro y cuando supe que el gran Kim Taehyung daría una pasantía en su afamada empresa al que ganara el proyecto final de arquitectura, era el mejor y podía conseguir, trabajar allí me daría mucha seguridad. Gané. Cuando llegue a la empresa después de la graduación mi susto fue mayúsculo, era solo un asistente de un jefe, que aunque era sexy, era mortalmente odioso. "Hoseok trae café""Hoseok no te encorves" "Hoseok no me molestes""Hoseok ve por un traje a la tintorería"

Verlo nuevamente fue molesto, cuando el Señor Min me dijo que iría con él a la licitación de un proyecto enorme, jamás pensé que lo vería. Cuando abrió la puerta sentí su mirada, aquellos ojos profundos eran hermosos como siempre. No entiendo como provoca tanto en mi después de lo que me hizo hace dos años.

- Adelante Señor Kim, el señor Min me ha hecho una buena propuesta. - dice el señor Choi, pero veo al Señor Kim viéndome, el Señor Min coloca su mano en mi hombro y le sonrío.

- Así es, Kim he encontrado la forma en que ambos ganemos y que esos hoteles sean estupendos. Hobi entrégales la propuesta.─ Cuando dijo esas palabras por un momento me tensé, pero sé que el Señor Min quiere mostrar su trofeo, sí, el Señor Min cree que soy el trofeo que le ganó a Kim Taehyung, bueno y yo sin más me levanto con las carpetas.

- ¡Por supuesto Señor Min!─ Siento sus dedos rozar los míos y siento aquella descarga de energía que siempre sentí cuando me hablaba o me tocaba.

Mi mente literal vuela a ese día cuando me hizo sentir un puto, una basura que puede desechar sin una pizca de remordimientos, se tomó la molestia de jugar con mis sentimientos. Me llevaba a cenar y aunque poco hablábamos, sabía que él era de pocas palabras. Disfrutaba de verlo y de su tacto, cuando me tomó sentí que solo era un objeto un completo maniquí. Sentí placer, pero fue empañado por el dolor y su frialdad ante mis lágrimas. Sus duras palabras me acompañaron estos años como una señal de no confiar en ningún hombre, bueno solo en el señor Min, mi salvador.

Dos años antes

Min Yoongi le llevo a su mansión donde conoció al primo de Yoongi Kim SeokJin, la mansión era hermosa, elegante y sobria. Hoseok se quedó boqui abierto, ni siquiera había pasado del umbral de la puerta.

─ Pasa Hoseok no te comeré.

Hoseok se sonrojó y obedeció, siempre era obediente. Le siguió hasta la hermosa sala principal, le ofreció asiento junto a él en el sofá más grande. Se acercó temeroso, Min Yoongi era imponente y lleno de un aura tan dominante. De pronto llegaron dos maid con unas bandejas, donde se le hizo agua la boca la ver unos bocadillos y refrescos.