DARDOS de Fuego (Pausada)

CAPÍTULO 6

Esa era la pregunta que tanto había temido escuchar, quizá porque rompía su secreto o quizá porque no era capaz de responderla.

- Mira, princesa, la NARU.

Kya miró por la ventana y observó una nave negra que estaba en mitad de las nebulosas. Era hermosa, no pudo evitar pensar.

- Algún día responderás a mi pregunta.

Él no respondió, no pasaría nunca, pero estaba dispuesto a dejar que ella pensara lo que quisiera. Llamaron a la puerta y Taylor apareció en el umbral.

- Estamos llegando, pronto nos abrirán las puertas, ¿estáis listos?

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Caminaron por un pasillo luminoso y vacío. Taylor iba en la cabecera, después andaban Kya y Asher cogidos de la mano y Jackson, arrastrando la pierna y con una expresión de dolor, cerraba la comitiva. La primera los condujo hasta una puerta negra y se detuvo unos segundos, los suficientes para informar que la Asamblea estaba reunida. Después abrió la puerta de un golpe y se personó en el umbral dignamente.

- Taylor, DARDO de Sangre, ¿qué te trae por nuestros dominios?-preguntó el Portavoz.

- No vengo sola, señoría, traigo a dos humanos. Los sobrevivientes del Apocalipsis terrestre.

- Creo que se os ordenó matar a todos aquellos que aún vivieran.-volvió a hablar el hombre.

- En efecto, señoría.

- Y supongo que sabéis que el castigo por traición es la muerte.

- En efecto, señoría.

- ¿Y entonces qué haces aquí?

- Vengo a pedir que se les asigne un nuevo hogar.

Todos los miembros de la Asamblea la miraron sin comprender qué pasaba, nunca nadie había expresado una petición así para la raza que menos supremacía ostentaba en todo el Universo.

- Y exijo ver al Juez.

- Sabes que el Juez no recibe a nadie desde hace años.

- Lo sé, señoría.

Jackson esbozó una pequeña sonrisa ante la osadía de Taylor y le hizo un gesto de que le dejara hablar. Cuando, en su maltrecho estado, apareció frente a todos, no quedó nadie que no expresara su sorpresa.

- Señor.-exclamó el Portavoz-. ¿Os encontráis bien? ¿Qué podemos hacer por usted?

Kya miró a Asher, sin entender nada, ¿por qué lo trataban así?

- Necesito ver al Juez y a Landon, líder y señor de los DARDOS.

- Veré qué puedo hacer.

Jackson dejó escapar todo el aire que tenía retenido, aún no sabían que lo buscaban, mejor. Una vez que Kya estuviera a salvo, se entregaría sin oponer resistencia.

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Los condujeron a una sala, donde esperaron hasta que un hombre entró en ella. Vestía una túnica negra, remangada a la altura de los codos, y los brazos tatuados. Su cabello era oscuro como el café y lo tenía recogido en una coleta baja. Sus ojos brillaban, de un azul verdoso como el mar.

- Landon, DARDO de Oscuridad.-anunció con pomposidad un muchacho joven de una raza extraña.

- Largo de aquí.-dijo el hombre.

Después clavó sus ojos en ellos y así esperó unos minutos.

- ¿Por qué?-preguntó simplemente.