CAPÍTULO 8

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Jackson calló y cerró los ojos con fuerza.

- Debería habértelo contado antes, lo sé.

- Era yo.-musitó Kya-. La niña de la que has hablado, era yo. Mis padres eran los señores Nelson.

Él se cubrió el rostro con las manos.

- Si entonces tenías ciento ochenta y dos años, ahora tienes... Doscientos. Oh, Dios mío. Yo pensaba que tenías veinte, Dios mío.

- Kya...

- ¿Y estás prometido con Taylor? Bueno, algo parecido. ¡Santo cielo! ¿No tendrás ya hijos? Eres como inmortal, yo moriré y tú estarás con miles de mujeres después de mí.-su voz se quebró.

- Princesa, sabes que eso no es cierto.

- ¿Lo sé? ¿Cómo se supone que voy a saberlo cuando muera? Cuando yo tenga noventa años tú todavía serás joven, ni siquiera habrás alcanzado la edad a la que los DARDOS tienen hijos.

Se levantó de la cama y se asomó al ventanal, sollozando.

- Te dije que era mejor que estuvieras con Asher.

- Pero yo no le quiero, ya no. Te amo, Jackson, y no puedo evitarlo. Ojalá pudiera.

- Princesa, no me hagas esto.-murmuró.

Ella se giró, con los ojos humedecidos.

- Deberías haberme dicho la verdad desde el principio.

- Lo sé.

- Y yo no debería haber sido tan ingenua, debería haber visto lo que eras.

- Kya.

Jackson se levantó también, aunque apenas podía andar, y llegó hasta ella. Le secó las lágrimas y después, sin poder evitarlo, se desplomó a sus pies, porque la pierna no le sostenía.

- Princesa, perdóname.

Ella abrió la boca para responder, pero Taylor entró en la habitación justo en ese momento. Se quedó un momento cortada, al ver a Kya llorando y a Jackson a sus pies.

- Debemos ir a esa reunión, todos os esperan.

- Estábamos a punto.-respondió la otra chica-. ¿Verdad?

Él no contestó. Taylor se acercó a él y le tendió su bastón, mientras Kya salía de la habitación.

- No ha salido muy bien, ¿no?

Jackson no se molestó en contestar, solo salió cojeando de allí, en dirección a la sala de reuniones.

******

Allí solo estaban Asher, con Kya echada sobre su pecho, el Juez, Landon, Jackson y Taylor.

- Kya Nelson debe morir.-dijo Landon y el Juez asintió.

Jackson miró a la aludida, buscando miedo en su mirada, pero no lo halló.

- Si ella muere yo muero con ella.-dijo.

- Hay algo que debes saber, Jackson. Hay una profecía, una que anuncia tu muerte a manos de ese monstruo al que crees que amas.

- Si te atreves a llamarme así otra vez te volaré la cabeza.

Kya lo dijo sin miedo, solo como una afirmación, y lo único que se percibía en su voz era odio, rabia y tristeza. Mucha tristeza.

- No me hables así, niña.-dijo Landon.

- No le dirija la palabra.-gruñó Jackson-. Ni se le ocurra hablarle.

- Prendedla.-la voz del Juez sobresaltó a todos y unos guardias se acercaron a ella.

DARDOS de Fuego (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora