Mis Idiotas +18

~36~

Ya era 5 de noviembre. Todo iba normal, los chicos estan bien, a veces me junto con Her, Ginny y Luna en la biblioteca, hago bromas con los gemelos y nada de otro mundo.
Mis estudios van de maravilla y todavía no descifre la clave del huevo de oro, tampoco me fije mucho en eso, preferí descansar. Ya que tenemos hasta el 3 de febrero para decifrarlo.

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Estoy en mi tercera clase del día, Historia de la Magia. La verdad, está materia me aburre mucho.
Entonces estoy sentada en el fondo, junto a Blaise, por lo menos con él me divierto un poco.

- Escuche por ahí - me dice empezando con los chismes.

- Chismecito, cuenta cuenta - le digo ansiosa.

- Bueno, estuve investigando y al parecer vamos a tener un baile de Navidad - me dice casi saltando de la emocion.

- ¿En serio? ¿Con los otros colegios también? - le pregunto.

- Si, obvio - me dice.

Después se puso a hablar de otras cosas, pero no le presté atención, estaba pérdida en mis pensamientos.
Hasta que veo una carta en mi brazo.
La agarro y esta decía:

Te espero bajo las gradas del campo de quidditch, a la hora del almuerzo.

Atte: Draco Malfoy.

Miro a mi lado, donde estaba sentado él, que me mira con una sonrisa. Yo se la devuelvo, guardo el pedazo de pergamino y sigo hablando con Blaise.

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Ya habían terminado todas las clases, así que era la hora del almuerzo.
Estaba por ir al gran comedor, pero me acorde de la nota que me dejo Draco. Como no tenía hambre, fui al campo de quidditch.
Cuando llego y no veo a nadie, entonces me meto abajo de las gradas, para buscar a Draco.
Estaba por la cuarta grada, cuando siento que alguien me tapa los ojos. Lo primero que pense fue pegarle, entonces le di un codazo. Siento que se cae al piso, entonces me doy vuelta y lo miro.

- Ay, huroncito, perdón - le dije agachandome, para ayudarlo.

- Ya te dije que no me digas así - me dice entre quejidos.

- ¿Estas bien? - le pregunto.

- De maravilla - me dice sarcastico y levantandose.

- Bueno, ¿Para que me querías ver? - le pregunto.

- Te tengo una sorpresa - me contesta.

- ¿Y eso porqué? - le pregunto confundida.

- Por no morir en la primera prueba - me dice con una sonrisa - Cierra los ojos y toma mi mano.

- Mmm, no se si confíar - le digo dudando.

- Vamos, te va a gustar - me intenta convencer.

- Bueno, esta bien.

Le doy mi mano y cierro los ojos. Sentía como ibamos pasando de grada en grada. Seguiamos caminado, pero doy un paso en falso y me resbalo.
Draco me atrapa entre sus brazos, entonces yo abro los ojos.

- Gracias - le digo.

- No fue nada - me dice sin sacarme la vista de encima.

Hicimos contacto visual y por un momento tuve un sentimiento que nunca antes había sentido con Draco. Él se acerca poco a poco, pero cuando estabamos a centímetros le digo.

- Ten-Tendriamos que seguir ¿No?

- Eh, si si, vamos - me dice alejandose.

Pasamos por una grada más y antes de entrar en la otra se frena.

- ¿Qué pasa? - le pregunto.

- Ahora si, cierra los ojos - me dice con una sonrisa.

Los cierro y me hace entrar.

- ¿Ya los puedo abrir? - le pregunto impaciente.

- No, espera un segundo - me dice.

Después de unos minutos, en los que Draco hizo quién sabe que, me dice.

- Listo, puedes abrirlos.

Cuando los abro, veo un pequeño picnic bajo las gradas.

- ¿Te gusta? - me pregunto con una sonrisa.

- Es hermoso - le digo mirandolo con ternura - Gracias.

- No me agradezcas - me dice sentandose - Ven, sientate.