Sorry, wrong number! (woosan)

viernes

No había palabras para describir como se sentía Wooyoung en ese momento pero probablemente Desesperado, intranquilo y nervioso  (Y al borde del colapso) le caían como anillo al dedo. Claro pero fingía no sentirse de esa manera bueno... intentaba, luego de esa semana no quería hacer más nudos su mente de lo que ya estaba, quería dejar de pensar principalmente en como se sentía, en el torbellino de emociones que se albergaba dentro de él... y aún así volvía al punto de partida, ahí estaba de nuevo pensando en todo. Por más que deseaba silenciar su cerebro por un rato y relajarse, no podía dejar de pensar, cada uno de sus pensamientos tenían nombre y apellido el cual lo perseguía desde el momento en que abría los ojos en la mañana y lo acompañaba hasta en sus más profundos sueños.

—¿No comentó nada?— le preguntó a Hongjoong, probablemente por millonesima vez—. ¿Revisaste bien? Tal vez se te pasó algún comentario suyo entre los demás comentarios.

—No, Woo, por decima cuarta vez ya te dije... San no comentó nada —respondió el chico, suspirando tratando de no impacientarse con su amigo—. ¿No habías dicho la otra vez que se quedó dormido? Tal vez se durmió de nuevo.

—Pero mi bloque ya esta por comenzar, y no está mandándome nada— bufó, abultando los labios inconsientemente mientras revisaba su teléfono, aún sin notificaciones—. Siempre me manda muchos mensajes mientras escucha el programa...

—Entonces evidentemente no está escuchándolo ahora— dijo Yeosang, rodando los ojos con fingida molestia mientras se frotó la cara intentando ocultar su mueca de risa en el proceso—. Es viernes en la noche seguro tenía planes. ¿No dices siempre que tiene muchos amigos?

—Pero siempre escucha Treasure... —siguió quejándose él, formando un puchero—. Cuando no puede escucharlo me avisa...

Tanto Hongjoong como Yeosang tuvieron que morderse los labios para contener la risa  burlona al ver a su amigo en ese dilema, pero Wooyoung estaba demasiado ocupado quejandose como para notar la complicidad que delataba a sus amigos que por cierto eran pesimos actores. Y de nuevo bufó, sintiéndose realmente molesto, porque no entendía por qué San no estaba escuchando el programa, pero se hacía una idea con nombre y rostro y por supuesto esa idea no le gustaba para nada. ¿ Y si había espantado a San el otro día con todo lo que dijo? Tal vez el chico estaba evitándolo, tan horrorizado como para dejar de hablarle para siempre luego de aquella semi confesión tan desastrosa del miércoles pasado.

—Tendría que haberle hablado ayer, u hoy más temprano —volvió a quejarse, aunque ninguno de sus amigos parecía estarle prestando atención ahora ya que se encontraban revisando algunos apuntes que tenían sobre lo comentarían enseguida al aire—. Pensé que iba hablarme hoy, siempre lo hace por el programa, pero no... yo no le hablé porque estaba avergonzado, quiero deci-

—Woo, podemos hablar de todo esto cuando termine el programa prometo darte un té y unos pañuelos desechables para tus mocos si quieres— lo interrumpió Hongjoong, acomodándose —, ahora concéntrate, salimos de nuevo en quince segundos.

Wooyoung tensó su mandíbula manteniendo su boca en una linea recta mostrando su claro digusto por tener que tragarse sus palabras, y luego movió su cuello a los lados tratandose de relajarse poco a poco para poder continuar con el programa. No le resultó tan fácil y natural como usualmente, pero logró distraerse lo suficiente como para poder comenzar a hablar sobre la estrella pop en ascenso que había elegido esa noche. Mientras dejaba que los oyentes escucharan una de sus canciones, volvió a revisar su teléfono esperando un mensaje de San que no llegó. Rendido, decidió apagar el aparato para evitar estar revisandolo cada dos segundos como un idiota, con lo que ganó miradas curiosas de sus amigos.

—¿Ninguna novedad de San?—cuestionó Yeosang, mirándolo con la ceja alzada mientras tomaba un sorbo con el popote a su café helado.

—Nada.