Arcanum *TRADUCCIÓN*

La ignorancia es felicidad

A los seis años, Sakura se había roto al menos seis de sus costillas, se había fracturado la mandíbula y se había roto el brazo en al menos tres lugares. Entró en la rutina de dormir solo en su casa. Se despertaría antes del amanecer. Sigilosamente, tomaría algo de comida y se marcharía.

Pasaría la mañana entrenando en un bosque fuera de la vista de cualquier mirada indiscreta. Sakura trabajó duro para recuperar sus músculos. Quería ser más rápida, más fuerte, mejor. Las palabras de Tsunade resonaron en su mente, mientras trataba de esquivar golpes imaginarios. Sakura caería. Luego se pondría de pie y entrenaría aún más duro.

Desde el almuerzo hasta la noche estaría en la biblioteca. Sí, la mayoría de los libros que ya leyó en el pasado, pero todavía había muchos más que nunca había considerado probar. Ninjutsu pensó que era demasiado bueno para ella. Fuinjutsu, ni siquiera lo intentó. Habilidades sensoriales que nunca consideró.

Como una esponja, una vez más adoptó sus habilidades para recopilar información. En esta vida, Sakura estaba decidida a probar algún ninjutsu elemental. ¡El agua y la tierra se doblegarán a su voluntad cuando haya terminado!

Cuando la biblioteca cerraba, Sakura regresaba al bosque y practicaba la curación. Su control de chakra mejoraba cada día, pero las técnicas médicas requerían más chakra del que tenía. Sakura consideró desarrollar su Sello Yin nuevamente.

De modo que la velada terminaría con la meditación. Honestamente, Sakura se sorprendió por cuánto mejoraron sus niveles de chakra y control después de meditar. La segunda vez en su vida fue mucho más fácil recolectar chakra para el sello. La única diferencia fue que esta vez Sakura acumuló chakra en un pequeño punto detrás de su oreja. No podía simplemente caminar por la ciudad con la marca registrada de Tsunade en su frente.

Si tan solo lo hubiera hecho en el pasado ... En cambio, cuando tenía seis años, Sakura se preocupaba por su apariencia más que cualquier otra cosa. Las apariencias eran lo único que tenía. Su bonito cabello... Incluso pensando en ello, un escalofrío recorrió su espalda.

Después de la meditación, regresaba a casa a regañadientes. Sakura evitó todo el primer piso de su casa y se coló por la ventana de su habitación. La mayoría de los días todo iba exactamente así, pero a veces ...

"Ahí estás", gruñó su padre mientras la agarraba del brazo. Kizashi la estaba esperando. Sakura no dijo nada para relajar su cuerpo. Cuando un cuerpo está relajado, como cuando uno está borracho, daña menos... Su padre empujó a Sakura contra la pared, con la mano apretada fuertemente en su garganta sobre el cuello de tortuga.

"¿Qué? ¿Nada que decir de nuevo? Kizashi se burló de ella apretando más fuerte. Esta era su actividad favorita. Le encantaba cómo sus ojos se inyectaban en sangre cuanto más se atragantaba.

Sakura no luchó. Su mente estaba mareada, pero con la ayuda del chakra, logró mantenerse despierta y hacer circular oxígeno donde se necesitaba.

"Hm. Sin valor," finalmente dijo tirándola al suelo. Con una ligera sacudida en su caminar, obviamente borracho, salió de su habitación. Sakura jadeó en el suelo. Con las manos temblorosas, se bajó la máscara para que entrara más aire en los pulmones.

Poco después, su palma comenzó a brillar de color verde y Sakura se curó a sí misma. Agradezca a Kami por el ninjutsu médico y su perfecto control de los chakras. Si no fuera por eso, Sakura probablemente se habría suicidado de nuevo. Ella todavía consideraba la opción de vez en cuando, pero no había prisa. De hecho, tenía curiosidad por ver cómo sería la academia para ella en los zapatos de un niño.

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Durante el próximo año, Sakura ideó un plan. A sus padres no les importaba mucho su decisión de convertirse en Saku. No les importaba cómo se vistiera. No les importaba nada de lo que ella hacía. Incluso si estaba viva o muerta. El único problema surgiría al obtener su firma para la solicitud de la academia.