HENKO ☞ ChanBaek

II

— ChanYeol, vamos a tenerlo.

Se encontraban desayunando en una cafetería que se encontraba cerca de la facultad del más bajo, habían pasado dos semanas del asunto y ninguno se atrevía a sacar el tema a flote. Todo hasta que esa mañana, mientras comían unos deliciosos y calientes croissants con leche chocolatada, le había soltado aquella bomba. Tanta fue su sorpresa que el más alto tuvo que girar el rostro hacia un lado, así no le terminaba escupiendo a su novio el sorbo que había tomado con anterioridad.

— ¡Dios mío, Channie! ¿Estás bien? ¿Ya se te paso?

El mencionado estaba inclinado hacia un lado mientras su cerebro procesaba la información que había obtenido... ¿Tenerlo? ¿Iban a tener al bebé? Al sentir las palmadas de la pequeña mano ajena en su espalda se dio cuenta que aquel frio y soledad que le estuvieron acompañando, desde esa última discusión que tuvieron, se habían ido. Ahora podía sentir como algo caliente y reconfortante abrazaba a su corazón.

— ¿Estás hablando en serio, BaekHyun?

— ¿Ya te calmaste?

— Sí... ¡Pero...!

— Nada de 'peros', deja que termine de hablar. — Luego de que su novio lograra recomponerse pudo regresar a su asiento. Lo miro por un momento, tomo el embace caliente de su bebida entre sus manos, ya que estas se habían puesto frías de la nada. — Sé que no es tu culpa, ni mía, ni de nadie el que estemos pasando por esta situación en este momento... Lo he pensado bien, consultado con personas expertas en el tema y tenido una charla con mi abuela...

ChanYeol se sintió mal en aquel momento con la mención de la abuela Byun. Sabia cuando delicado, pero afectivo, era el vínculo que tenía su enamorado con aquella mujer quien en vida fue un gran soporte para él. Aún si solo fueron unos años que estuvieron juntos, estaba seguro que fueron los mejores de su vida. Le hubiera gustado que le permitiese haber estado con él en aquel momento, pero sabía que estas cosas las pensaba mejor estando solo.

— Ya veo... Puedes continuar.

— Vamos a tener al bebé... Pero no me hago responsable de lo que suceda de ahí en adelante.

— ¿A qué te refieres con eso? Baek, ¿Qué estás tratando de decirme?

— Sabes muy bien que no quiero tener hijos, nunca estuvieron en mis planes y posiblemente hubiera muerto sin herederos... Pese a todo pronóstico ya estamos aquí, no me siento lo suficientemente lleno de coraje como para tomar cierta decisión... Así que vamos a tener este bebé, porque no es solo mío sino también tuyo... Pero no me voy a detener, seguiré adelante con todo lo que tenía planeado, así que espero entiendas la decisión que he tomado.

— ¿E-Estás tratando de decirme que luego de tener al bebé piensas abandonarlo? ¡¿Abandonarnos?!

— ChanYeol, por favor... Me conoces mejor que nadie, no soy material de padre o madre, lo que carajos sea... Y con respecto a eso... No sé, por un demonio, ¡no sé, pero es mi decisión final!

Con los ojos acuosos miro al más alto por última vez antes de tomar un croissant y su leche chocolatada para salir rumbo a su facultad. El pelinegro estaba en tal estado de shock que se quedó sentado allí lo que parecía una completa eternidad... ¿Por qué tenía que suceder aquello?

Cuando Baek le había dicho que iban a tener al bebé, miles de escenarios surcaron en su mente, pero ninguno lo había preparado para ese momento. Termino de comer, tomo lo que quedaba de su bebida y salió de la pequeña cafetería rumbo a su facultad, se tomó su tiempo en llegar mientras trataba de no entrar en pánico, necesitaba pensar todo con la mente fría.

— ¡Yeol...! ¡ChanYeol, te estoy hablando! — Le gritaron en su oído, logrando que saliera del trance en el que había entrado.

Al percatarse de su alrededor se fijó que estaba parado en la entrada de la facultad, girando el rostro pudo ver a tres de sus amigos más cercanos y quienes en ese tiempo le habían presentado a su novio: JongIn, KyungSoo y LuHan.

— Pero, ¿qué te ha pasado?, estás todo pálido. Parece que hubieras visto a la muerte... ¿Quieres hablar? — Le pregunto el castaño, acercándose a él y pasando su brazo por sobre sus hombros.

— Si, Kai... Es decir, necesito hablar con ustedes y que me den su opinión sobre un asunto.

Esa tarde el cuarteto se saltó las últimas clases que tenían y fueron a parar al departamento de la pareja, quienes eran JongIn y KyungSoo. El departamento era solo un poco más grande que el de BaekHyun, solo con la diferencia que las paredes estaban de pintadas de un feo color café, definitivamente tenían que cambiar de decoración.

— ¿Y bien? ¿Qué te ha pasado y cómo así no estás de chicle con BaekHyun? — Pregunto sin pelos en la lengua el de labios acorazonados mientras tomaba asiento al lado de su pareja en el suelo.

Decidieron sentarse en el piso, rodeando la pequeña mesa situada en el centro de la sala y frente a los muebles, mientras tomaban cerveza en lata que habían comprado en el camino. ChanYeol tomo un sorbo de su lata para luego empezar a contarles todo el relajo que se había formado hace más o menos dos semanas y media.

Mientras les iba relatando todo no perdió de vista el cómo los rostros de sus amigos cambiaban constantemente en diferentes muecas. En su relato no culpo a nadie, ni se hizo ver como la víctima, les dijo tal cual sucedieron las cosas y espera le dieran algún consejo, porque se estaba ahogando cada vez en su miseria.

— Creo que debes darle su espacio, Chan. Así como Baek es una persona centrada y responsable, también es una persona impulsiva. No creo que haga cosas que atenten contra la vida de ese bebé, así que por eso no deberías preocuparte.

— Concuerdo con Soo, pero hablando de su relación... No sabría que decirte, siento que Baek está tratando de tapar el sol con un dedo, ¿algo así como desesperado?

El más alto solo atinaba a asentir con su cabeza en señal de respuesta, tenía la boca seca y sentía que, si decía alguna palabra o frase, rompería a llorar en ese momento frente a todos. Él mejor que nadie sabía cómo era BaekHyun, pero eso no quita el hecho de que sienta aún que su amado está siendo un poco egoísta con todo el asunto de su relaciona y el bebé.

— Sí, mañana iré a su facultad y le pediré que hablemos como las personas adultas que somos.

— Puff, lo siento. Sé que es un momento serio, pero aun no puedo verte como un adulto cuando sueles pedir la cajita feliz, solamente para coleccionar los juguetes.

— ¡A ti nadie te pregunto, Kai! — Respondió, cruzándose de brazos y formando un pequeño puchero en sus labios.

— Ahí lo tienen, baby Yeol. Ah... ¿Pedimos algo de comer? ¡Tengo hambre!

Después de reír por aquel momento procedieron a decidir que iban a comer de cena, ChanYeol estaba decidido, iba a luchar por los dos. Así tenga que mover cielo, mar y tierra, todo iba a salir bien. La esperanza es lo último que se pierde, según dice el dicho.