III

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— BaekHyun no está, se ha tomado una licencia por enfermedad desde ayer en la tarde. No sé cuándo vaya a regresar.

Esa fue la respuesta que obtuvo ChanYeol del delegado de la clase de Baek cuando fue a buscarlo temprano por la mañana. Atino a agradecerle por darle la información mientras caminaba de regreso. ¿Qué carajos estaba pasando? ¡Todo se estaba poniendo patas arriba!

Se detuvo un momento a pensar en qué hacer, hasta que recordó que tenía una copia de la llave del departamento de su pareja. Rápidamente corrió hacia la salida de la universidad y, del apuro, casi se lo lleva un taxi por delante. Aprovechando el momento y disculpándose con el chofer le pidió que le hiciera la carrera hasta el departamento del pelicastaño, subiendo en el automóvil le indico la dirección y este su puso en marcha. Sentía una molestia en el pecho desde ayer en la noche, pero decidió ignorar eso, quería ser positivo, ante todo, quería creer que todo iba a superarse de la mejor forma.

El trayecto demoro a lo mucho unos 45 minutos, pero para ChanYeol fue una eternidad, gracias a todo lo divino no había mucho tráfico en la mañana. Le pago al taxista y salió pitando directo al departamento de Baek. No se tomó la molestia de utilizar el ascensor, tomo las escaleras y las subió corriendo hasta el segundo piso.

Llegando al departamento, abrió la puerta de par en par y grito: "¡BaekHyun!". Podía sentir como su garganta dolió con ello, pero estaba desesperado. Necesitaba ver al más bajo a como diera lugar, asegurarse de que estaba bien y que no le había pasado nada malo. Dejo la puerta abierta y su mochila tirada en el piso mientras se adentraba en el lugar para buscarlo por todas partes ya que nunca obtuvo una respuesta.

Cinco minutos después se dio cuenta que el departamento está vacío, todas sus cosas estaban ahí, pero él no. ¿Dónde se había metido? ¿Acaso es su culpa? ¿Hizo algo que lo incomodara sin darse cuenta? Dios, se estaba volviendo loco. De repente, escucho como se cerraba la puerta de la entrada, así que volvió en sus pasos para encontrar a su adorado bajito ahí. Vistiendo sus pantalones favoritos de correr que usa para dormir, un abrigo que le quedaba enorme y reconoció como suyo debido al logo de One Piece estampado en el, con el cabello revuelto, en su mano izquierda tenía una funda de farmacia y en la otra su mochila que había dejado abandonada.

— ¿ChanYeol? ¿Qué haces aquí a estas horas? Deberías estar en clase... — Lo miro por un momento para luego fijarse en la descuidada figura del más alto. — Estas hecho un desastre, ¿pasó algo?

— ¡Dios, BaekHyun, nunca me hagas eso de nuevo! — Grito, sintiendo como las lágrimas que había estado reteniendo salían a su gusto y rodaban por sus mejillas. — ¿Sabes lo asustado que estaba?

— Ay, ¡pero no es para que me grites, estúpido gigante! — Le respondió de igual modo mientras le lanzaba la mochila y esta caía aun lado de él. Si, él nunca fue muy atlético. — Aún no me respondiste... ¿Qué haces aq-

Su pregunta murió en el momento que el gran cuerpo del pelinegro lo rodeo por completo en un abrazo necesitado, lo sostenía con tanta pasión, como si se fuera a perder o evaporar. Eso logro que todos los sentimientos y sensaciones que Baek había estado acumulando salieran. Ambos estaban llorando en los brazos del otro, pero sin dar alguna de señal de querer soltarse.

Después de un momento ambos se separaron un poco, no sin antes ChanYeol aprovechar el momento y darle un pequeño beso en los labios, luego siguió por todo el rostro del más bajo hasta juntar ambas frentes.

— Baek, no puedo vivir sin ti. Mi futuro no es brillante si no estás ahí... Te metiste por debajo de mi piel, sacarte de mi vida sería tan doloroso como sacarme el corazón... Por favor...

— ChanYeol, ChanYeol, tenemos que hablar. Yo... Yo necesito decirte algunas cosas...

El susodicho asintió y los guio hasta el pequeño, pero acogedor, mueble de la sala del más bajo. Tomaron asiento, posicionándose frente a frente y así se podía ver el uno al otro mientras iban a abrir su corazón y dejar al descubierto sus vulnerabilidades.

— Antes que nada, te pido me escuches atentamente y, cuando haya terminado de hablar, podras decir lo que gustes.

— Esta bien, soy todo oídos.

— Intente acabar con mi vida...

— ¡¿Qué?! ¡Baek-

— ¡ChanYeol, te pedí una cosa! — Le regaño mientras extendía su mano hacia el más alto y este rápidamente la tomaba.

— Yo, está bien, continua.

— Como te decía, intente acabar con mi vida cuando tenía 14 años... ¿Qué tan dura debió ser mi vida como para llegar a tales extremos? Bastante dura, desde mi punto de vista. Aunque no parezca, siempre sufría de bullying desde que empecé la escuela y parte del colegio, más nunca se lo demostré a mis padres, me guardaba todo eso...

>> Claro, luego llegaron los problemas familiares y todo empeoro, las infidelidades y problemas que se supone no me competen, sin embargo; me estaban carcomiendo por dentro. Luego, en la otra mitad del colegio, conocí a SeHun y todo cambio. Es mi mejor amigo y casi hermano, más nunca le mostré mi lado patético a nadie... Siempre tenía una sonrisa que mostrar y era "el alegre pequeño Baek"... Pero estaba cansado de eso...

>> Como aquella vez mi intento de irme a otro mundo fallo me rendí con esa idea, tal vez lo tome como una señal para que afronte el destino que me tocaba vivir y luche por conseguir las cosas que quiero... ChanYeol... Tengo miedo, no quería tener hijos porque siento que no tengo la madera como para que otra vida dependa de mí... ¿Entiendes cómo me siento?

>> Ayer, después de todas las palabras feas que te dije, entre en razón justo cuando había llegado a mi facultad. Empecé a sentirme mal, por lo que tomé una licencia por enfermedad. Te iba a llamar en la tarde, pero... pero...

— Esta bien, todo está bien, mi amado Baekkie.

No sabía en qué momento sus lágrimas habían hecho acto de presencia, así que dejo que su novio lo consuele mientras ocultaba su rostro en el pecho ajeno. Allí, entre sus brazos, sentía que era el lugar más seguro en el que se podía encontrar, sentía que podía vencer al mundo, sentía que podía lograr muchas cosas mientras tuviera su apoyo.

— ChanYeol, por favor, yo no quiero terminar contigo, yo...

— Oh, mi amor, claro que no vamos a terminar. ¿Y sabes por qué? — Se separó un poco del más bajo, entre las palmas de sus manos tomo su rostro y le brindo una pequeña sonrisa mientras lo miraba directamente a los ojos. — Porque eres la persona más maravillosa y fuerte que he conocido, sin duda alguna eres un luchador. Incluso yo hubiera tirado la toalla en algún momento de lo viviste, pero tú seguiste adelante... Arrastrando todo esto...

>> Pero ya no estás solo, me tienes aquí, contigo. Por favor, comparte tus problemas y tus penas conmigo, todo, quiero todo de ti y yo te daré todo de mí. Seremos uno y, sobre todo, seremos los mejores papás que pueda haber en este mundo... Este bebé que viene en camino no va a sufrir. Te aseguro tendrá todo el amor que merece y más.

>> Te amo, los amo a los dos. Son lo mejor que me han pasado en la vida y nunca dejaré de luchar por ustedes. Así que, por favor, vamos a dar lo mejor de nosotros. ¿Ok?

— Ok... ¡Sí, Channie!

El pelicastaño se lanzó a los brazos de su amado, quien lo recibió gustoso. Esa tarde hablaron de muchas cosas, aclararon muchos temas, se abrieron y cerraron heridas del pasado que los atormentaban, pero todo eso es una base fundamental para que su bella relación se hiciera cada vez más fuerte. 

HENKO ☞ ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora