❈•≪26. Final≫•❈

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—Pueden recoger sus cosas y marcharse, nos vemos la siguiente clase.

Sin detenerse a pensarlo dos veces, HongJoong se apresuró en guardar sus libros y cuadernos. Fue un tanto bruto al hacerlo pero aún así, fue de los primeros en salir de ese amplio salón.

Adentrándose al mar de gente que en los pasillos comenzaba a formarse, el castaño con una desastrosa cabellera esa tarde, se dedicó a dar zancadas hacia la salida. Esquivando la mayor cantidad de personas posibles. Y para cuando consiguió llegar fuera, la tenue luz del sol dando en su rostro lo recibió como a muchos más. Y cogiendo una profunda respiración, se encaminó hacia el pequeño y distante enverjado.

Deteniéndose en un costado, una vez lo traspasó. Una multitud de estudiantes caminando por delante de él, yéndose acompañados o solos. Escuchando música o simplemente caminando sin más. Su observación sobre ellos no duró mucho tiempo, su vista pronto se vio dirigida hacia la calle ante sus ojos. Vehículos yendo y viniendo.

Sintiendo a alguien colocarse a su lado, su rostro se terminó girando. A unos pocos centímetros se hallaba un compañero suyo, al reconocerlo le regaló una sonrisa fugaz y meramente cordial. Recibiendo una en respuesta, acompañada de plática.

—Hoy entre algunos compañeros notamos que no participaste demasiado.— comentó, su tono siendo ameno.

—¿Tanto suelo hacerlo?— replicó con asombro fingido, queriendo colocar comicidad a su charla.

Riéndose, el alfa asintió—. Eres el más entusiasta de nuestra clase, ¿no te han halagado los profesores por eso?

Algo avergonzado, HongJoong desvió su mirada donde antes: la calle.

—No sólo a mí.— murmuró, su contestación siendo arrastrada—. A varios más también.

—Cierto, pero no es mentira que las clases te entusiasman como a pocos.

—Sería extraño que no lo hicieran. ¿Por qué estudiaría medicina si no?— musitó, su cabeza apoyándose en el muro de piedra tras su persona. Viendo así, de manera ladeada al chico a su izquierda.

Sonriendo, el alfa se mostró de acuerdo con él—. Pero no puedes negar que se van volviendo complicadas.

—Cualquier carrera tiene su complejidad.— señaló con afabilidad. Agregando:—. Dependiendo de cuán determinado estés, eso no te detendrá, supongo.

—Tienes razón.— enderezando su postura, su compañero dijo con amabilidad—. ¿Quieres que te lleve?, podemos detenernos en un sitio y comer algo.

Un tanto sorprendido, las cejas de HongJoong se encontraron elevándose. Sabía que ese chico tenía un auto, lo había visto un par de veces. De hecho, en su grupo al menos, eran más los que tenían algún transporte personal en comparación a quienes no tenían.

Mostrándose apenado, HongJoong sacudió su cabeza—. Gracias, pero mi padre estará por llegar en algún momento. Y no puedo sólo irme con alguien más sin avisarle.

—Oh, ahí también tienes razón.— replicó con buen ánimo, riéndose—. Entonces, ¿qué me dices de ir a tomar algo la siguiente vez?

—Déjame pensarlo.

Apartándose del muro en el cual descansaba su peso, HongJoong sacudió su mano en dirección del castaño y se acercó al auto de su padre cuando éste finalmente apareció y se detuvo.

—¿Un amigo?— preguntó su progenitor una vez ingresó.

Quitándose la mochila de su espalda y precediendo a colocarse el cinturón de seguridad, el omega inclinó su cabeza. Evaluativo.

Stigma - [MinJoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora