Suspirando profundamente, el omega cruzó sus brazos sobre la superficie de madera y apoyando su mentón sobre estos, observó los cristales de la biblioteca con serenidad. No llevaba ni dos horas allí y ya había comenzado a llover.
No es que a él le molestara, al contrario. La lluvia le parecía relajante cuando caía suavemente sobre la tierra, humedeciendo los suelos y llenando el ambiente de un aroma sutil y refrescante. Su cuerpo entero se adormecía, adoraba ese aroma. Lo que sin embargo no le gustaba, era cuando una lluvia ligera se volvía intensa. Haciendo un caos en todos lados. Los truenos y el panorama lúgubre que decoraba los cielos, no era algo precisamente relajante para él. Lo ponía nervioso de hecho.
Y ese escenario, es el que se encontraba presenciando ahora mismo. Una lluvia intensa golpeando los suelos de Cheongju.
No eran más de siete personas allí dentro, exceptuándolo a él porque sino serían ocho. Todos parecían estar allí por el mismo motivo: tarea. Pero si ahora sí era tomado en cuenta, sólo cinco parecían dispuestos a ello. El resto o lucía hastiado o desinteresado.
Pero como ese no era asunto suyo, HongJoong dejó escapar un bostezo y volvió su vista a los cristales. Evaluando el si sería correcto dormitar un rato en lo que su persona volvía a adquirir interés por terminar su tarea o no. No había dormido bien en los últimos tres días, sin tener una razón, simplemente se sentía inquieto y agitado, lo que desembocaba en él no pudiendo conciliar el sueño hasta tarde por la madrugada.
Lo que sin dudas apestaba.
Él podía conciliar el sueño rápidamente y en lugares pocos apropiados, pero si bien podía ser algo negativo. Era positivo también. Prefería eso a tardar horas en dormir aún si tenía sueño.
Resoplando, apoyó una de sus mejillas sobre sus brazos. Cerrando sus ojos un momento mientras la tentativa idea seguía considerándose.
Sus sentidos en vez de adormecerse como él esperaba que sucediera, se activaron y pusieron alerta. Para ser sólo siete personas, susurraban demasiado alto para su gusto. Frunciendo su entrecejo, HongJoong agudizó su audición. No era un chismoso pero sí alguien curioso. Una excusa floja, lo sabía. Pero aún así quería saber qué, de repente, tenía a todos tan enérgicos.
«¿Por qué sigue aquí?» «ni siquiera le agrada a nadie» «apesta». Su entrecejo se había fusionado ante la incomprensión, considerando por una fracción de segundo que se estaban refiriendo a él, hasta que captó otro murmullo: «nos traerá mala suerte».
Su mente se aclaró y antes de que sus párpados se elevaran para comprobar que su suposición era cierta, un aroma sumamente amargo por el mal humor llegó a su nariz. Causándole cosquillas.
Enderezándose HongJoong volteó su rostro, topándose con la espalda amplia del moreno que se alejaba, adentrándose a una sección de libros distante a todos ellos. Incluso cuando ya no había rastro visible del tipo, su mirada se mantuvo fija en esa dirección hasta que se hizo consciente de dicho detalle.
Su mirada regresó a donde anteriormente estaba. Fuera la lluvia se había intensificado aún más.
Reprimiendo sus impulsos irreflexivos, su cerebro comenzó a meditar sobre lo escuchado. Principalmente a lo último que una beta masculló: mala suerte. En años pasados, se creía que los deltas eran sinónimo de mala suerte. Muchos de ellos poseían un manto oscuro casi negro, por no decir que eran mantos consumidos por la negrura opaca del color mismo. Y en las manadas que estaban, era manada en la que ocurría una desgracia.
Pero nadie nunca consideraba las casualidades o que, hace años, todos eran propensos a morir más jóvenes. Por más que su genética les previera de una fortaleza casi inquebrantable, habían enfermedades y pestes a las que no eran inmunes.
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Stigma - [MinJoong]
FanfikceFue una noche cualquiera, cargada de monotonía cuando HongJoong lo conoció. Un chico desconocido y marginado. Apartado de todos gracias a la ignorancia. Su presencia le llamó la atención, la curiosidad se aprovechó de ella despertando sus instintos...