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Pasó una semana desde que salí de estado de coma, aun la gente no paraba de preguntar y especular cosas. Aunque también estaba seguro de que tendría que prepararme pronto para los comentarios negativos ya que los medios siempre toman o procuran tomar uno de ellos.

— Sebas, no pienses en eso, lo único que importa es que te vas a poner bien, vas a seguir mejorando...— la suave voz de Tini me saco de mis pensamientos, estábamos en mi habitación, así que sin previo aviso tome su mano para acariciar suavemente sus nudillos. Ella iba a decir algo pero, una mujer rubia con lentes negros interrumpió aquel momento. Quería escuchar nuevamente su confesión a pesar de que estaba "dormido" lo había escuchado.

— Sebastián podemos hablar...— arrugue un poco la frente. Tini dejo un beso en mi mano y se puso de pie, se sentía un ambiente bastante extraño y no se quien era la persona que estaba en frente.

—¿Quien eres?— intente acomodarme una vez que la castaña salió de la habitación. Me queje un poco por el dolor en la espalda.— ¿que haces acá? ¿Eres del equipo?.

—Vaya, así que si, te olvidas de tus aventuras o finges que nos las conoces...

— Ah genial, tu ahora que? Vienes a pedirme dinero acaso? —.

—No, vengo a decirte que te hagas cargo de tu hijo. Ya que estabas prácticamente en coma por casi un año el niño nació  y la verdad soy demasiado joven para hacerme cargo de el, y mi dinero no es mucho lo que alcance.—. ¿hijo? ¿Que hijo? Debe estar bromeando.

— y no digas que no es, ya la prensa prácticamente lo sabe, y el ADN me aseguré de hacerlo porque sabía que no me creerian así que, haz algo por el niño y asimila la responsabilidad.— dijo mientras acomodaba sus lentes sobre la cabeza. Suspire.

— tu ganas mucho dinero por lo que haces, y si mal no lo recuerdo te pague dos millones la última vez, ahora vienes y dices como si nada de que no ganas suficiente dinero no seas patética.— dije con seriedad tenía que tomar la calma por mi salud pero esto me lo impedía.

— No no no.— Se rie y mueve la cabeza en negación.— no dejare que el niño vea con el tiempo de lo que yo trabajo, y si quieres que sea más directa no lo quiero. — dijo dándose la vuelta para irse. — Tu amiga la castaña debe tenerlo así que se feliz papa yatra yatra.

Intente ponerme de pie y grité tantas veces pero fue en vano, aquella ni se tomó la modestia para voltear era un hecho, tendría que poner cartas sobre este asunto.

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Mil Personalidades De SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora