Tokyo Renvengers One Shots

✰ Keisuke Baji

Iba de camino a casa, triste porque había quedado con Baji para salir después de las clases. Sin embargo, nunca llego. Estuve esperando durante media hora y, termine por irme cuando quedaban pocas personas en la escuela. Me da miedo quedarme sola en un lugar tan grande.

Debió haberle pasado algo y por eso no llego. Pensé.

—¡Mai! Te estoy hablando —me sobresalto y llevo mi mano a mi pecho del susto.

Tierra a Mai...

—Disculpa, ¿me estabas hablando? 

Kaori, mi mejor amiga, me da una mirada reprobatoria. 

Quizás me distraje mucho pensando en el...

—No, le estaba hablando a la pared. —me dice y le saco la lengua a modo de juego. Ella pone la palma de su mano en la frente y niega un poco con la cabeza. —Siempre que pasa algo con tu novio te pones así.

Me sonrojo levemente antes de hablar.  —Lo siento. 

Ella mueve su mano restándole importancia y me rodea los hombros con su brazo.

—No te preocupes, seguramente cuando tenga novio pueda entenderte. —se acerca mas a mi y me susurra en el oído. —Ademas, con un novio tan guapo quien no. 

La aparto suavemente y ella se ríe, yo también me uno a ella.

No me preocupa que diga esas cosas porque ella es así, ademas, a ella le gusta Chifuyu pero aun no se atreve a confesársele.

—Pronto podrás estar con Chifuyu si las cosas salen bien. —Le sonrió y ella se sonroja notoriamente. 

Kaori es muy bonita, con su corto y cuidado cabello negro y ojos azules. Lo mas seguro es que Chifuyu le corresponda a sus sentimientos.

Ella quita su brazo de mis hombros y lleva sus palmas a su cara aun nerviosa, hasta que cambia de tema:

—Por suerte los pastelitos están intactos, pensé que se dañarían por llevarlos a la escuela. —me dice y los señala. 

Los miro y efectivamente, estaban intactos.

Le había hecho unos pastelitos a Baji porque hoy cumplíamos cuatro meses de estar saliendo y quería hacerle algo especial. Ademas, me gusta mucho la repostería.

—Me había olvidado de los pastelitos, honestamente. 

¡Baji pastelitos! xd

—Si Baji no llega sabes que puedes dármelos, yo me sacrifico. —me guiña un ojo y me echo a reír.

—Claro, nena. —le digo y le tiro un beso con la mano, se ríe mas fuerte. 

—Bueno, es hora de despedirnos, nos vemos mañana. —hace un puchero y me da un abrazo.

—Gracias por quedarte conmigo a esperarlo. —le digo y me sonríe.

Ya estábamos en el punto donde nos separamos para ir a nuestras casas. No me había dado cuenta de que habíamos caminado tanto.

Soy demasiado distraída.

Sigo caminando sola e intento llamar a Baji, pero no hay respuesta. Lo mismo pasa cuando le mando algunos mensajes, así que dejo de intentarlo. 

Cuando llego a la casa me quito los zapatos y entro encontrándome a mi mama, me saluda y le doy los pastelitos para que los lleve a la nevera.

—¿Que paso con tu novio? Se supone que iban a salir hoy, ¿no? —me dice y recuerdo que tuve que estar por una hora insistiendo para pedirle permiso, me quedo callada y agacho la cabeza.