Despierto sintiendo los ojos algo pesados, para mi sorpresa, no me encuentro en mi cama, sino que me encuentro en una silla que reconozco al instante.
El jet privado.
—Hasta que despiertas, Hana. —escucho la voz de mi madre junto con sus tacones resonando por el lugar mientras camina.
Antes de que pueda hablar, ella me mira seriamente y me pregunta. —¿Recuerdas algo de lo que paso anoche?
La realidad es que no, y tampoco me esfuerzo en intentar hacerlo, así que me limito a negar con la cabeza.
Mi madre hace una ligera mueca con los labios y asiente, señala detrás mio y me volteo.
Se trata de Taiju, mi guardespaldas. Suspiro y vuelvo a mi lugar original casi enseguida.
—Bien... Taiju, ¿le podrías refrescar la memoria a mi hija, porfavor?
Escucho a Taiju cerrar la revista que lleva y empieza a hablar. —Ayer, mientras tu madre preparaba todo para el viaje a Atenas, te escapaste a una fiesta clandestina...
Observo a mi madre de reojo, quien con una seña me obliga a voltearme para ver a Taiju mientras habla.
Me volteo y el me mira fijamente, la intensidad en sus ojos me hacen querer encogerme en mi lugar, pero, aun así, me mantengo quieta.
—En resumidas cuentas, yo fui a buscarte cuando tu madre se dio cuenta de la situación y te traje a casa, pero, como estabas inconsciente, te trajimos mientras dormías al jet.
Dejo de mirar a Taiju y miro la sabana que cubre la mitad inferior de mi cuerpo mientras toco la suave tela con la yema de mis dedos. Nos quedamos en silencio durante varios segundos hasta que mi madre carraspea.
—¿No tienes nada que decir, Hana?
Muerdo el interior de una de mis mejillas y empiezo a hacer sumas mentales para no caer en el estrés y responderle mal.
Sonrío con inocencia y me volteo hacia ella. —La verdad es que no, porque sigo sin recordar nada.
—Bien, esperemos que el alcohol se te pase totalmente. De momento. — hace una pausa y camina hasta ponerse en frente de mi. —Quiero tu teléfono y tus pertenencias.
No me sorprende en absoluto lo que me acaba de pedir, así que sin decir nada busco mi celular y otras de las cosas que suele pedir en estos castigos como mis audífonos y las llaves de mi carro. Se me hace algo difícil ya que no se donde están, pero después de tontear por mi lugar logro encontrarlo todo y dárselo.
Ella lo toma todo y antes de llevárselo me dice. —Tus libros también quedaran decomisados hasta tiempo indefinido.
Abro los ojos con sorpresa, esta es la primera vez que pasa esto.
—¡¿Mis libros?! —digo entre medio de la sorpresa.
Ella se voltea y sonríe complacida de mi reacción.
—Si, pero tranquila, pensé en eso con cautela. Taiju tiene un libro que te compre y que creo que es ideal para ti. —después de decir eso se va, dejan dome a solas con el.
Suspiro con irritación y sin mirarle, le tiendo la mano a Taiju.
Al ver que no reacciona, volteo hacia el y Taiju solo me mira confundido.
—El libro. —le aclaro haciendo un ademan con la mano tendida.
El sonríe levemente y me lo pasa. —Aquí tienes.
No le respondo nada y simplemente empiezo a examinar el libro sin darle mucha atención, lo que realmente me tiene pensando ahora es que estoy empezando a recordar lo que paso anoche...
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Tokyo Renvengers One Shots
عاطفيةOne Shots y Headcanons de los personajes de Tokyo Revengers. ◡̈