Capitulo 15 - Rey Demonio

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El continente de Fillades estaba al oeste de Rusia. En el noreste de Fillades había una gran isla casi tan grande como Lituania, pero había un puente natural de solo 200 metros de ancho con 30 kilómetros de largo que conectaba la isla con el continente. Allí se encontraba un reino que llamaba a esa isla hogar, no era otro que el Reino de Topa. Al noreste de Topa había otro puente, éste de 100 metros de ancho y 40 kilómetros de largo, que los unía con el continente de Grameus.

 Al noreste de Topa había otro puente, éste de 100 metros de ancho y 40 kilómetros de largo, que los unía con el continente de Grameus

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(N/A: Si se les complica ubicarse ahí les marque el Reino de Topa.)

Grameus era poblado por criaturas llamadas demonios, allí no había asentamientos de humanos o demihumanos. Nadie podía comunicarse con los demonios. Esos mismos demonios atacaban a todas las razas que veían. Los demonios no tenían ningún tipo de civilización, simplemente usaban sus habilidades físicas para cazar personas. 

Allí en ese mismo ocurrió la legendaria batalla en donde los 4  héroes lucharon contra el rey demonio junto a los emisarios de la estrella roja, el cual se encuentra sellado por la eternidad.

Para los rusos si hubiera alguna palabra para describir a los demonios esa palabra seria -plagas-. En la región noreste de Topa, había una ciudad castillo llamada Tormis la cual se interponía entre el Reino de Topa y los demonios de Grameus. 

Sus muros bloqueaban el puente natural y eran conocidos como -Las Puertas del Mundo-. Ellos habían repelido innumerables invasiones demoníacas. Los soldados de Topa estaban estacionados permanentemente en las Puertas del Mundo y la ciudad del castillo de Tormis se fundó para apoyar a esos soldados.

La gente de Topa estaba muy orgullosa de que su país protegiera al mundo de las invasiones demoníacas, ha pesar del peligro que eso conlleva. 

En palabras de las propias superpotencias las áreas civilizadas -la represión de los demonios les permite mantener el orden y concentrarse en el desarrollo de sus países y sin la gente de Topa, la humanidad no sería tan próspera-.

Una mañana tranquila Gai, un mercenario, estaba mirando a Grameus desde lo alto de las Puertas del Mundo junto a su compañero Moah un elfo.

"Inclusive si son otros 100 el muro no caerá" Dijo Gai mientras bostezaba desanimado.

"Incluso si es así, nuestro deber es monitorear Grameus para asegurar la supervivencia de todas las razas."

"Siempre dices lo mismo, pero las Puertas del Mundo tienen 20 metros de alto ¡Y en los últimos 10 años el peor ataque que hemos tenido a sido de parte de 10 goblins que se perdieron!" 

"Si leyeras libros como yo sabrías que hace 100 años los orcos y los señores goblins también han atacado el muro y créeme son enemigos a los que no queremos enfrentarnos"

Gai guardó silencio por un momento y suspiro.

"Siempre tan estudioso Moah... Aunque supongo que tienes razón los orcos son tan fuertes que necesitarías diez caballeros trabajando juntos para derrotarlos. Pero de todos modos, los elfos son demasiado serios, contando el tiempo en siglos..." De un momento a otro Gai dejo de hablar

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