10-ATAQUE

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Xiao Zhan miro a su alrededor. La habitación se veía fría a su parecer.

Los adornos y las personas a su alrededor eran desconocidas, no entendía donde estaba o quieres eran los que lo rodeaban.

Giró su vista observando un cuerpo de alguien igual a él, que yacía en la cama con una mujer que lloraba abrazando a su hijo.

Un dolor se formó en su pecho.

¿Por qué eso le causaba tanta tristeza?

-Zhan...-la voz de un muchacho parado frente a él, llamó su atención

Un castaño que parecía observarlo pensativo, y pendiente de cualquier movimiento que hiciera.

-¿Sabes quién soy?-insistió Yibo preocupado

-Zhan...-Xiao Lu a levantó del sillón y camino hasta el mayor, mirándolo directamente con ojos vidriosos

Esa voz ...

Su cabeza dolía, se llevó las manos aguantando el malestar y el aturdimiento. La voz de la niña atacaba su mente y se sentía débil.

-Zhan-ge, ¿Recuerdas esto?-susurro Wang Yibo invocando un poco de luz en forma de un conejito

Los ojos del azabache se abrieron, haciendo que sus pupilas denotaran un brillo peculiar.

Una leve sonrisa se dibujó en sus labios, sonrojandose sus mejillas.

-Bodi...Lu...-murmuro mirándolos

-¡Por un carajo! ¡Tremendo susto que nos diste hombre!-bufo Haikuan- Ya lo veía a Yibo en terapia jejeje

-Ya cállate-insto el castaño-¿Recuerdas todo?

-Sí Yibo...recuerdo todo-sonrió como conejo

-Creí que te olvidarías de todos...-balbuceo Lu llorando

-No llores, perdona por no reaccionar rápido-se disculpo el azabache

Zhuo Cheng era el único humano que entendía lo que sucedía, sus tíos parecían asustados por el comportamiento de su hija que hablaba sola.

-Lu, cariño...ven con mamá-dijo Baoshang al notar que seguía llorando

-Ellos no pueden verme, debes regresar acompañarlos

-¡No no quiero! ¡No quiero que te vayas!

-Lu, ¿Con quién hablas?-insistió He Peng-Ya basta

-¡Deja que te vean para que no crean que estoy loca!-exigió la menor

-Eso no es posible, los humanos no pueden ver a las almas o a los Guardianes-explico Zhuo Cheng-Tú puedes hacerlo por tu conexión con Zhan

-Pero...

-¡Ya basta los dos! No se jueguen con lo que le pasó a Zhan-reprocho la madre

-¡No es así! ¡No estamos jugando!

Xiao Zhan acarició la cabeza de su hermana para tranquilizarla un poco. Camino por la habitación buscando que podría usar como señal para que sus padres entendieran. Y allí estaba, la pizarra blanca que He Peng le había regalado cuando cumplió los diez años.

El azabache tomo el plumón y escribió despacio. Al inicio ambos padres se quedaron atónitos y asustados, pero los otros dos humanos les pidieron que se calmaran.

"No quiero que lloren por mí. Estaré bien, los estaré esperando para reunirnos llegado el momento. Por favor cuiden de mi hermanita"

-¿Zhan?¿Realmente eres tú?-cuestiono Baoshang caminando a la pizarra

NO ME OLVIDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora