Llevaba desde las 8 de la noche estudiando y aún no lograba terminar. Miró el reloj de reojo y admiró que eran las 2:48 a.m., suspiró derrotado pensando que de nuevo se quedaría hasta tarde a estudiar por completo aquellos temas que le hacían falta.
Ese mismo día, más tarde, tendría su examen final de Microbiología e Inmunología, y sí era sincero, no le estaba yendo demasiado bien en esa maldita materia. Juraba que leía atentamente los párrafos, pero al terminar en el punto final debía regresarse a leer de nuevo porque todas las palabras se habían esfumado de su mente.
¿Por qué demonios se tuvo que meter a Medicina? ¿Neumococo? ¿Estafilococo? ¿Citomegalovirus? ¿Cómo se supone que dominaría esos temas en una noche?
—¿Aún no acabas, Joj?— la ronca voz adormilada de su novio le sacó de sus cavilaciones. Volteó y admiró a Ian en boxers, recargado en el marco de la puerta y con 2 tazas humeantes de café.
—No, creo que no volveré a dormir— aceptó sonriendo y volviendo a enfocarse en sus apuntes ordenados y con una letra semejante a jeroglíficos.
—¿De qué es?
—Oh, Microbiología e Inmunología. Solo estoy repasando, pero hay temas que aún no se me pegan por nada del mundo. — frustrado lanzó los papeles levemente y dió un sorbo al café que Ian le había traído, no sin antes agradecer el detalle. Sonrío con ternura al ver cómo estaba preparada la bebida.
Negro y sin azúcar, justo como le gustaba.
—Mmm, veamos, yo te puedo ayudar— dijo el más alto tomando los papeles esparcidos en el escritorio. Los leyó cuidadosamente, analizando su contenido complejo e intentando crear alguna dinámica que le permitiera a su novio aprenderlo mejor.
George iba a rechistar, incitando a su novio que regresara a la cama y descansara, pero un papalezo en su cabeza lo aturdió tenuamente.
—¿Agente etiológico más frecuente de la colitis pseudomembranosa?
—¿Salmonella?— recibió otro golpe proveniente de las hojas.
—C. Difficile. Debes concentrarte más, Joj— regañó a su novio. —¿Leucocito de menor cantidad en el cuerpo humano?
—Basófilos.
Pasaron el resto de la madrugada en vela, haciendo pequeñas rondas de preguntas, estudio y alguno que otro beso travieso que se les escapaba. Para las 6:46 de la mañana, George ya tenía dominados los temas a diestra y siniestra, pero apenas y podía mantener los párpados abiertos.
—Mereces un descanso, cariño, duerme un rato y te despierto— murmuró Ian tomando de los brazos al japonés para que se acostara sobre su pecho.
Y acariciando sus delgados cabellos negros fue que lo hizo caer en los brazos de Morfeo. Admiraba sus finos labios que dejaban salir un vaho caliente producto de su respiración; sus sonrosados pómulos que hacían juego con su piel blanca como la nieve; sus ojos rasgados y cargados de pestañas largas y negras; todo de él le fascinaba.
El amanecer se asomaba por la ventana del escritorio y los rayos amarillos iluminaban el rostro perfilado de Ian. La factura de su desvelo le estaba pasando cuentas y cuando iba a despertar a George para que se alistase a ir a su examen, un mensaje provocó que su celular vibrara.
"Ey, cabeza de pene, dile a tu novio que el examen se pospone hasta mañana. Le hubiera dicho yo pero al parecer el imbécil tiene su celular apagado. " —Max
Sonrío para sus adentros al saber que tendría todo el día libre para consentir a su novio y dormir un poco más.
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Jojian; Oneshots
Fiksi PenggemarSolo un recuento de historias de amor (y algo más) basadas en George Miller e Ian Carter.