7. Dolor

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- ¡Slade! - exclamó Robin señalando hacia el aludido, quien trepaba una de las paredes de las calles. - No escaparás esta vez. ¡Titanes, derríbenlo!

Tan pronto como el líder terminó de dar la orden, los demás jóvenes ya estaban camino tras el enemigo. Lo persiguieron hasta cierto punto, en el que lo perdieron de vista.

- ¿A dónde fue? - preguntó el Chico bestia volviendo a su forma humana, tras estar convertido en águila.

-Sepárense - ordenó el líder.

- ¡No! - todos voltearon a ver a la hechicera luego de haber dicho esto. - Tal vez separarnos no sea buena idea.

-Tenemos que encontrarlo, no podemos dejar que escape de nuevo. - mientras Robin decía esto, la expresión de Raven comenzaba a tornarse temerosa, y sus ojos mostraban preocupación. - Debemos descubrir qué está tramando, encuentren respuestas, ¡vamos! - y dicho esto, el equipo se disolvió para buscar a Slade.

Raven volaba por el cielo oscuro, atenta a cualquier movimiento o posible ataque, hasta que visualizó una figura corriendo en un callejón estrecho. Se acercó un poco para verlo de cerca y se dio cuenta de que era Slade. En ese momento, su cuerpo se estremeció de solo pensar que estaba tan cerca de él otra vez. De nuevo sintió miedo, pero esta vez ese miedo no la dominaría a ella, así que debía concentrarse y cumplir con lo encomendado. Voló hasta seguirlo desde cierta distancia para no ser vista. Su pequeño plan era averiguar a dónde se dirigía, y así sacar información sobre lo que sea que estuviera tramando.

Vio que Slade abrió una puerta de metal y entró tras ella. Raven hizo lo mismo segundos después, y con sus poderes atravesó la puerta hasta encontrar al enmascarado bajando unas escaleras en forma de espiral. Ella también bajó levitando, muy despacio y guardando cierta distancia para que él no notara que alguien lo estaba siguiendo. Se detuvo cuando vio que Slade se acercó a una pantalla desde la que parecía monitorear algunos aparatos. Eran varias pantallas, cada una con la imagen de un escenario distinto en donde se encontraban unos aparatos con una luz parpadeando. Parecían ser detonadores, y había como cinco de ellos. ¿De nuevo los detonadores? ¿Qué era lo que quería hacer Slade esta vez?

-Ya todo está listo - habló el enmascarado con su profunda voz.

Slade había colocado detonadores en diferentes puntos de la ciudad. Debía avisarle a Robin para que pudieran buscarlos y desactivarlos.

-Me conmueve que hayas venido a visitarme, Raven - dijo dirigiéndose hacia ella. Al parecer, Slade sabía que lo había estado siguiendo todo este tiempo. Sorprendida, solo pudo retroceder inconscientemente. El miedo volvió a paralizarla, pero no dejaría que eso la venza tan pronto. Se impulsó y voló hacia Slade para atacar con sus poderes, terminando en una lucha entre los dos, hasta que el enmascarado tomó su muñeca y una extraña corriente de electricidad pasó por todo su cuerpo dejándola tumbada en el suelo. Intentó levantarse, pero sus ojos cayeron tan rápido como vio que el villano se acercaba a ella.

...

-Robin, acabo de ubicar a Slade. - indicaba Cyborg mientras conducía y miraba la pantalla del auto señalando unos puntos rojos.

-Síguelo, iremos tras tus coordenadas - responde Robin a través del comunicador.

Cyborg se detuvo en una calle oscura y se bajó del auto. En unos pocos minutos, Starfire llegaba de los cielos junto al Chico bestia en forma de águila. El último en llegar al punto de encuentro fue Robin en su moto lineal, bajando y quitándose el casco para dejarlo en su vehículo y acercarse a sus compañeros.

-La señal viene de abajo - dijo Cyborg agachándose, para acercarse y poder corroborar que la ubicación era la misma. -Pero veo varios puntos, es como si hubieran más de un Slade.

Rosas para RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora