PRÓLOGO

6 1 0
                                    

La lluvia siempre me ha gustado, sobre todo cuando era pequeña.

Me imaginé varias escenas mientras jugaba bajo el cielo gris. Era refrescante sentir las gotas deslizarse por mi cuerpo mientras yo daba vueltas por todo el jardín con mis botas azules junto a él.

Me sentía bien y es que todo parecía de maravilla en esos momentos cuando estábamos los dos.

Pero crecí, cambié y él también lo hizo.

Y a pesar de que el clima frío y las lluvias aún siguen gustándome, un aire melancólico reina cuando me quedo en casa... incluso si tengo su presencia a mi lado.

Ahora, sólo me permito ver esa foto de nosotros y una agridulce historia recorre mi mente.

Tal vez fue mi culpa.

No, en realidad sí fue culpa mía.

[...]

Parpadeo varias veces notando que he estado divagando por el pasado recordando esos momentos que ya no valen la pena. Entonces, miro a mi alrededor dándome cuenta de que todo sigue igual.

Así es, sigo estando en el sofá con un vaso vacío en mano.

Ignoro por completo el sonido del teléfono de casa, dando paso al buzón. Con este, sería el sexto en el día pero no me importaba.

—Hey, deberías venir —dice Evan al otro lado—. Puede que a quien esperas no esté aquí, pero es momento de celebrar nuestro logro. Por favor, piénsalo.

Un suspiro lleno de frustración sale de mi boca, pues quien en realidad debería estar allí es ella, no yo.

Si tan solo te hubieras quedado.

Si tan solo te hubiera rogado más.

Si tan solo nuestra historia hubiera sido distinta, estarías aquí.

¿Está mal si te pido que regreses?

Only As Best Friends ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora