Capítulo 2

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Pov:

La noticia que se hará la paz entre el imperio Oriental y el reino Occidental llegó a todos lados sorprendido a muchos nobles de ambos reinos al igual de otros reinos más pequeños.

La noticia se hablaba en todas partes de ambos reinos pero los más alegres eran la gente del reino Occidental, si tenían ese tratado de paz ahora podrían construir un muelle también obteniendo barcos y iban a poder vender joyas o otras cosas a otros reinos y poder crecer económicamente y si era posible también llegar a ser un imperio algún día.

— ¿Crees poder venir con nosotros McKenna? — preguntó Heinley haciendo que McKenna lo mire.-

— Al imperio Oriental deben ir los reyes y los príncipes, no puedo ir yo — respondió.-

— Pero también eres parte de la familia.

— Heinley aunque quisiera no podría ir y lo sabes, el imperio sólo acepto a los reyes y príncipes con algunos sirvientes y soldados.

— Pero tu eres mi mano derecha.

— Tendrá que ser en otro momento Heinley.

— Premetelo.

— Te lo prometo.

Asi paso lo que quedaba de la semana y ya era momento de partir hacia el imperio, el rey y la reina habían acordado partir a primera hora en la mañana así para llegar al imperio en una buena hora para descansar un poco lo que quedaba de la tarde ya que en la noche se iba a celebrar su bienvenida.
Después de cargar todo lo necesario era momento de que la familia real subiera al carruaje que tiene el emblema de la familia real.

— Te encargo el reino ¿Sí?

— Dejamelo todo en mis manos hermano — dijo el padre de McKenna con una sonrisa tranquilizando a su hermano quien le correspondió la sonrisa. -

- No se si McKenna es familia de Heinley por parte de su padre o madre pero en esta historia vamos a decir que es hijo del hermano menor del padre de Heinley -

— Volveremos en muy pocos días, lo más probable que estaremos aquí en 3 días.

— Ten mucho cuidado.

— Lo tendré.

— McKenna cuando llegue de nuevo vamos a jugar — un aura depresiva cubre a McKenna quién solo pudo asentir con mala gana.-

Después de despedirse de todos, la familia real subió a su carruaje con otro carruaje detrás que eran para los sirvientes que lo acompañaban, que eran 2 damas de compañía de la reina y un sirviente que se encargaba de vestir a Heinley y a Wharton.

Después de horas por fin llegaron al imperio Oriental y había mucha gente en las calles observando el carruaje real con curiosidad y querían conocer a los que lo gobernaban pero por suerte lo podían ya que el rey había tapado la ventana con su cortina correspondiente, querían un momento familiar antes de llegar al palacio.

— Bien niños escuchen, en el momento que estemos en este imperio está extrictamente prohibido que se conviertan en pájaros.

— ¿¡Pero por qué!? — preguntó exaltado Heinley, a él le encantaba estar en su forma de pájaro.-

— ¿Tu le explicarias a la gente de este lugar tu poder mágico? — Heinley baja la cabeza — recuerden que este poder mágico solo lo saben la familia y cuando Wharton se case lo tendrá que saber su esposa y esto también va para ti Heinley.

Desde otra perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora