Capítulo 3

1.7K 120 29
                                    

Pov:

Minutos después se veía una pequeña niña abrazando sus piernas y ocultando su rostro entre sus piernas.
No podía creer que sus padres la comprometieran con alguien que acababa de conocer hace 1 día atrás, aunque ya se consideraban amigos aún no sabía nada de él como lo hacía con Sovieshu.

Siempre pensó que en algún momento la iban a comprometer con Sovieshu y eso no le agradaba mucho ya que lo veía como amigo pero tampoco le desagradaba.
Pero jamás pensó que la iban a comprometer con él príncipe de un reino que recientemente es aliado, exactamente llevaba unas horas de ser aliados y ya estaba comprometida.

Estaba en otro sitio el patio, en esos momentos quería estar sola pero unos minutos después escucho pisadas y en el instante pensó que era su hermano Koshar.

— ¿Estás bien mi reina? — Navier levantó la mirada de inmediato y se encontró con los ojos violetas de Heinley.-

— Sí, estoy bien — respondió unos segundos después.-

— Pues no parece ser así — Heinley se sentó al lado suyo y oculto su cabeza entre sus piernas — ¿Estás molesta por que te vas a casar conmigo?

Navier lo miro sorprendida mientras que Heinley aún tenía su cabeza escondida entre sus piernas.

— No estoy molesta — Heinley la observa — solo estoy sorprendida, es todo.

— ¿Entonces no te molesta que seas mi esposa cuando grande?

— No, no me molesta — Navier sonríe haciendo que Heinley se sonroje.-

Ellos siguieron hablando por mucho tiempo más incluso empezaron a hablar de sus gustos para conocerse mejor y también Heinley soltaba una o otra broma haciendo que Navier se ría ante esas bromas.

— Vamos — Heinley se levantó y le tendió la mano a Navier — tus padres deben estar preocupados y la verdad es que los míos también — dijo riendo nervioso.-

Navier soltó una sonrisa y le tomó la mano para levantarse.

— Si, vamos.

Ellos empezaron a caminar hasta donde estaban sus padres quienes se veían un poco preocupados pero al vernos llegar juntos y tranquilos les alivio, al menos su relación de amigos no se había arruinado.

— Bien su majestad, es momento que nosotros volvamos a nuestra casa además igual debemos preparar todo.

— ¿Preparar que cosa padre? — preguntó Navier.-

— Lo sabrás en nuestro hogar, ¿si? — Navier asiente — nos vemos en dos días.

— Si, nos vemos en ese momento — el duque y el rey se dieron la mano para después los duques con sus hijos se fueran del palacio — ¿no le dijiste nada a Navier sobre tu habilidad mágica?

— No lo he hecho padre.

— Bien, no lo hagas hasta que yo te lo diga incluso podrías decírselo antes pero espera mi palabra.

— Lo haré padre.

Mientras tanto que todo eso pasaba la emperatriz iba a la oficina de su esposa, debía hablarle de algo y esperaba que la escuchara.
Después de que el emperador la dejara pasar a su oficina se puso adelante de él con sus brazos cruzados haciendo que el emperador arqueara la ceja confundido.

— ¿Qué necesitas?

— ¿Cuándo le dirás a tu hijo que su amiga se ira? — el emperador pone los ojos en blanco haciendo que la emperatriz frunce el cejo — sabes mejor que nadie que Sovieshu y Navier se llevan bien incluso estaba el rumor en este palacio que la ibas a comprometer con ella y Sovieshu en algún momento lo escucho y lo creyó.

Desde otra perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora