Capítulo 7

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Un silencio envolvió a Navier y a Sovieshu quién estaba serio mientras que Navier por primera vez desde que llegó mostró otra reacción en vez de seriedad.

— ¿Qué fue lo que dijo?

— Lo que escucho.

— Lo lamento pero negare su oferta — Navier se levantó de donde estaba pero Sovieshu le tomó el brazo deteniendolo.-

— Espera, por favor — Navier de dio vuelta para verlo — piénsalo ¿si?

Sovieshu la soltó en el momento que vio que los guardias se acercaban y se dio vuelta para irse de ahí.
Navier se quedó en el sitio en silencio haciendo que sus damas de compañía se acercaran con preocupación.

— Su majestad, ¿se encuentra bien?

— ¿Qué?

— ¿Se encuentra bien?

— Ah, si — Navier los miró — estoy bien.

— ¿Qué fue lo que le dijo su majestad el emperador para que este así?

— No... — Masters y Rose se confunden — digo..nada importante — Navier vuelve a tener su semblante serio — vayamos a la habitación.

— Entendido.

Lo que no sabían es que Rastha había seguido a Sovieshu y había escuchado todo lo que se habían dicho. No podía creer que él aún estando con ella le había pedido a otra mujer ser su concubina, ¿acaso ella lo rechazo solo para darles celos? pero aún así cuando Sovieshu le dijo que lo pensará ella pareció hacerlo, ¿acaso iba a aceptar su oferta? no tenía que hacerlo.

Ella ya tenia a su prometido ¿no?, ¿por qué querría estar con su majestad?.

Rashta miró con enojo hacia el lugar donde se fue Navier mientras recordaba lo que le había dicho la emperatriz.

"Así son los emperadores de los imperios, pueden tener a muchas amantes como lo desean, créeme, en algún momento su majestad tendrá otra amante y se olvidara por completo de usted, no se sorprenda mucho cuando eso suceda."

— ¿Dijo que tenía un prometido que ha tenido amantes? cuando llegue Rashta debe presentarse ante él — Rashta hizo una sonrisa y camino hacia otro lado sin notar que un pájaro dorado había visto y oído todo como ella pero también la había estado escuchando.-

[...]

Navier llegó cansada a su habitación, ¿por qué Sovieshu le había pedido eso? ¿acaso estaba loco?.

Se había sorprendido mucho cuando Sovieshu le dio esa propuesta pero ella amaba a Heinrey y jamás podría ser capaz de engañarlo, el había estado con ella en todo momento y siempre le había sigo fiel y jamás le había mentido.

Solamente salio de su burbuja cuando escucho que alguien tocaba su ventaja, al ver hacia esa dirección, se sorprendió al ver a Reina, su cansancio desapareció de inmediato y fue abrirle con rapidez.

Una vez que Reina estuvo dentro, ella cerro las cortinas y busco una manta, y procedió a cerrar los ojos. Sintió como alguien le quitaba la sabana y después de unos segundos alguien la abrazaba con fuerza, al abrir los ojos se encontró de inmediato con los cabellos rubios de Heinrey y ella no dudo en devolverle el abrazo.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó una vez que se separaron.-

— Te extrañaba y como te iba a enviar una carta quise traerla yo mismo – dijo Heinrey mientras se sonrojaba haciendo que Navier sonría.-

— No debiste.

— Pero quería hacerlo.

— Y me da gusto, en serio, pero igual sería bueno que sigas haciendo tus deberes de príncipe en vez de enviarme cartas todos los días — Navier le dio un pequeño beso en la mejilla — no digo que no me gustan tus cartas, es más, adoro cada vez que la envías pero igual te pido que te concentres más en tus deberes que en mi.

Desde otra perspectivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora