Es tu culpa ✧ KookV

01

Habían pasado exactamente 3 meses y medio desde que Ji Eun y Jungkook habían decidido hacerse cargo de su pequeño hijo, quien ahora sabían que era un niño.

El nombre del pequeño aún no estaba en decisión, pero ellos pasaban la mayor parte del tiempo que compartían pensando en cosas de ese tipo.

Ji Eun y Jungkook ahora sí estaban juntos como pareja y aunque era extraño para ambos, intentaban mantenerse a la línea con sus actividades por el bien del pequeño.

La madre de Jungkook había viajado desde Busan para estar cerca de la familia de su hijo, además de darle cuidados y cariño a Ji Eun, ya que comenzaba a sentirse algo mal.

Ji Eun pasaba mucho tiempo en casa, cuando Jungkook salía a trabajar. Habían acordado que ella estaría reposando, porque su embarazo era un tanto arriesgado, una vez que ella diera a luz, volvería a la escuela o a cualquier trabajo que ella quisiera.

Pero comenzaba a aburrirse.

Ella siempre había estado acostumbrada a una vida de excesos, gracias a ser hija de un hombre estúpidamente millonario que pasaba la mayor parte del tiempo cumpliendo sus caprichos con efectivo, para remediar la falta que siempre le había hecho.
Ji Eun tampoco tenía madre, ella había muerto cuando aún era pequeña.

Pero ella sabía que nunca había necesitado del cariño de su madre, ni él de ninguna persona.

Ji Eun admiraba mucho la forma en qué Jungkook se había convertido en un padre protector de ella y su bebé, le hacía feliz estar en esa situación, pero no era lo que ella deseaba.

De haber notado su embarazo tan sólo un mes antes lo hubiera podido evitar, eso le causaba un malestar enorme.

Porque aunque la vida con Jungkook era tolerable y feliz, esa no era su vida.

Y poco a poco un resentimiento crecía con ella misma y al no tolerarlo, lo cargaba directamente con su pequeño.
Incluso odiaba la forma en la que su cuerpo estaba cambiando mientras más se acercaba la hora de dar a luz, era un infierno.
Tenía que fingir paz y felicidad todo el tiempo que Jungkook estuviera con ella, pero cuando estaba sola, aún sentía que 18 años no eran suficientes para hacerse cargo de todo.

Una vez más Ji Eun tuvo uno de esos ataques de hambre que le daban cada vez más seguido, había intentado limitarse en ingerir azúcares, ya que Jungkook la había llevado con un nutriólogo para darle una dieta balanceada para la salud de su pequeñito y está incluía muy pocos por ser dañinos para la salud.

Pero, después de cumplir los 6 meses de embarazo, la cosa rara, como ella solía decirle, sólo quería comer azúcar.

Ella estaba muy preocupada por subir mucho de peso y perder su envidiable cuerpo.

¿En verdad valía la pena perder tanto por un ser que no quería?

Ji Eun no podía lidiar con sus antojos. Se dirigió rápidamente a la cocina a tomar lo mismo de siempre, nutella con pan tostado y un gran vaso de leche. Era una forma increíble de saciarse.
Suspiró por lo delicioso del sabor y sobó su vientre que ahora si que era grande.

–Niñito raro, por favor calma. No me hagas enfadar y come bien.

Al terminar de comer, fue hasta su cuarto y se detuvo a observarse en el espejo.

Cada parte de ella se había ensanchado, casi tanto como haber subido 15 kilos.

Uno de los mayores miedos que tenía era subir de peso, cuidada de su cuerpo para no hacerlo.
Pero al estar embarazada, era sencillamente inevitable.