Es tu culpa ✧ KookV

04

2 años más tarde...

El tiempo que Jeon había pasado trabajando con los Kim había generado una huella en su vida.

Jungkook era una nueva persona.

Era todo un hombre, un hombre maduro y leal que estaba dispuesto a dar la vida por su familia.

El paso del tiempo y el trabajo lo habían convertido en una persona fría y calculadora.
Características que lo hacían el mejor en su área.

Pasaba la mayor parte del día estudiando y resolviendo casos en los que perseguía delitos fuertes, como el homicidio, secuestro, crimen organizado y mafia.
Su éxito era tan rápido y repentino que nadie comprendía cómo un chico de apenas 25 años podía hacer sonar su nombre en cada juzgado o correccional en donde ponía un pie.

Y ahora que su vida se había establecido estaba llena de tranquilidad.
Su hijo, su familia y su trabajo eran todo lo importante y significativo para el.

***

El despertador anunciaba un nuevo día en la vida de Jeon. Así que, igual que siempre mostraba su responsabilidad levantándose al instante y comenzando su rutina.

Lo primero en su día a día, era ir a la habitación de su pequeño Jung Min.
Minnie regularmente estaba durmiendo plácidamente y Jungkook no podía evitar quedarse por unos segundos sólo mirándolo.
Era lo más hermoso que había visto en toda su vida. Sabía que sí tenía una posibilidad, aunque fuera mínima, de dar amor ese le pertenecía a ese chiquito de apenas 2 añitos y 6 meses.

—Oh... ¿cómo es que eres tan lindo?

Se acercó despacio hasta la pequeña cama de su bebé y lo cargó. Le dió un par de besitos suaves en la frente y espero a que despertara.
El pequeño azabache despertó y le sonrió a su padre.
Esa era la dosis de energía diaria de Jeon, siguió con su rutina dándose un baño con su hijo, vistiéndose y preparando sus desayunos, para después irse al despacho.

Cómo siempre, sentó a su bebé en su silla especial y le dió algunos juguetes. Finalmente subió la mochila de ositos que había comprado y su portafolios de piel con iniciales "JJK".

El auto arrancó.

Su trayecto duró apenas 10 minutos y se encontraba en frente de la gran puerta del buffet de abogados "Kim". Le dió las llaves al encargado del valet parking y salió del auto.

Entró al edificio cargando a su bebé y con sus respectivas pertenencias.
Muchas miradas caían sobre el.

Jeon Jungkook era el padre soltero más codiciado de todo el departamento de leyes de Seúl.

Su aspecto era totalmente alucinante.
Con su 1.80 de estatura, su vestimenta formal completamente negra y su hermosa cabellera azabache perfectamente peinada.

Jeon estaba muy consciente de todas las miradas y coqueteos que recibía día a día. Eran pocas las mujeres en todo el despacho que no hubieran intentado salir con el, al menos una vez.
Ninguna había tenido éxito y es que no estaba interesado en nada que pudiera desenfocarlo de sus metas.

—Buen día, Eun Ji.—dijo a la recepcionista del lugar. Ella le agradaba mucho, era apenas una chica de 18 años y nunca le había faltado al respeto.

—Buenos días señor Jeon. El señor Park está esperándolo en su oficina...—dijo sonriente y segura—Hola pequeño Minnie.

El bebé le sonrió y ella le hizo un gesto de ternura para después ir hasta el elevador y ayudarlos a seleccionar el piso donde se encontraba su oficina.