𝟽

1.3K 156 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



— es una historia algo larga, pero debo decírtelo.

— te escucho, pequeña.— respondió Jungwon, fijando su vista en ella, al igual que siempre, toda su atención se iba a Abril.

Un ardiente sol de verano los iluminaba, la brisa movía sus cabellos, el olor a naturaleza y canela inundaban a Jungwon, quién anonadado, veía a su chica jugar con una flor, sentados sobre aquella manta en la cual hacían un picnic.

Un par de meses bastaron para llegar a este punto. El punto en donde Jungwon era plenamente feliz con la chica que desde un principio le robó el corazón, hablando de lo que más le causaba curiosidad, porque no había algo que ya no supieran del otro.

Abril suspiró, sabiendo que con Jungwon podía desahogarse todo lo que quisiera.

— mis padres se divorciaron hace dos años... como ya sabes, yo vivo con mi padre, tiene mi custodia. Alguna vez me dijiste que mis padre criaron a una niña muy educada, lo cual te agradecí, pero tal vez deberías saber que la relación con mis padres nunca fue muy buena, pero creo que me llevo peor con mi madre.

— ¿en dónde está tu madre? — preguntó Jungwon con cautela, manteniendo contacto visual.

– ella... está en otro país, con otro hombre, otro hijo. — un nudo se formó en su garganta, más al notar como los ojos de Abril empezaban a lagrimear— hace tiempo no hablo con ella... yo... — un hipo abandonó su garganta, bajó su vista a su regazo, moviendo sus dedos.

Jungwon hizo una mueca, tomando sus manos para hacer que lo mire de nuevo.

– mi vida desde entonces se resume en una sola cosa... soledad. Tenía una amiga... ella... ella dijo cosas muy feas sobre mí, cosas falsas.— varios sollozos salieron de ella, rompiendo el corazón de Jungwon. Dejó que se calmara un poco, luego de unos segundos, siguió:— cuando nos mudamos, mi papá se cerró y me ignoró, nunca me escucha; sólo trabaja, trabaja y se estresa, me grita mucho... me sentía muy sola, me encerraba en mi habitación y ni siquiera me daban ganas de comer...

Lágrimas brotaron de los ojos de Jungwon, su corazón se hizo pequeño en su pecho al ver así a la chica que lo hacía feliz cada día.

— entonces yo... colapsé. Ataques de pánico, anemia, ansiedad. Mi papá se enojó tanto conmigo... estuve días en tratamiento para mejorar, pero él no me acompañó, sólo me acompañaron mis audífonos y la música. Jungwon, cuando te dije que salvaste mi vida al devolver mis audífonos, lo decía en serio, porque era lo único que me mantenía viva.

— yo... — el nudo en su garganta le dificultaba las palabras— yo haría lo mismo mil veces sí fuera necesario.

Abril sonrió mientras más lágrimas se resbalaban por sus mejillas hasta llegar a su mentón.

— luego de conocerte, mejoré, en todo, en clases, en baile, tengo una nueva motivación, ya no uso los audífonos, hay algo más que me distrae de mis problemas. Eres tú, Jungwon, cuando estoy contigo no puedo pensar en otra cosa más que en lo afortunada que soy por haberte conocido, me haces ver las cosas de una forma diferente, una forma hermosa, soy demasiado feliz, tu compañía lo es todo para mí.

Secó sus lágrimas con sus pulgares, dejando un beso suave en su frente, con algo de timidez.

— también soy afortunado por conocerte, y voy a ayudarte, quiero hacerte tan feliz como tú me haces a mí —dijo juntando sus frentes en un beso esquimal.

— no quiero ser una carga para ti, sé que tal vez en algún momento me dejes pero yo...

— Shh...— le interrumpió, separándose para verla, sonriendo levemente.— no te voy a dejar, estaremos juntos todo el tiempo que me permitas, yo estoy seguro de querer estar siempre contigo, mi chica del bus.

🎉 Has terminado de leer 𝙻𝙰 𝙲𝙷𝙸𝙲𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙱𝚄𝚂 | 𝙹𝚄𝙽𝙶𝚆𝙾𝙽. 🎉
𝙻𝙰 𝙲𝙷𝙸𝙲𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙱𝚄𝚂 | 𝙹𝚄𝙽𝙶𝚆𝙾𝙽. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora