21.- La muchacha que llegó del exterior

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Se llamaba Halrloprillalar Hotrufan. Había estado viajando en la nave... "Pionero", la bautizó Nessus tras un breve titubeo... durante doscientos años.

El "Pionero" recorría un circuito de veinticuatro años de duración en el curso del cual visitaba cuatro soles y sus sistemas: cinco mundos con atmósfera de oxígeno y el Mundo Anillo. El "año" que empleaban en sus cálculos era una medida tradicional sin relación alguna con el Mundo Anillo. Tal vez correspondiera a la órbita solar de uno de los mundos abandonados.

Dos de los cinco mundos que el «Pionero» visitaba en su recorrido habían estado densamente poblados antes de ser construido el Mundo Anillo. Ahora estaban abandonados al igual que los demás, cubiertos de vegetación espontánea y de ruinas de las antiguas ciudades.

Halrloprillalar había cubierto ocho veces el circuito completo. Sabía que en esos mundos crecían plantas o animales que no se habían adaptado al Mundo Anillo en ausencia de un ciclo de estaciones. Halrloprillalar no sabía ni le importaba nada más.

Su trabajo no tenía ninguna relación con los cargamentos que transportaban

- Tampoco se ocupaba de los motores ni del sistema de supervivencia. No he logrado averiguar exactamente qué hacía - dijo Nessus -. El «Pionero» llevaba una tripulación de treinta y seis personas. Sin duda algunos realizaban tareas accesorias. No creo que la chica fuese imprescindible para la nave o para el bienestar de la tripulación. No parece ser una lumbrera, Luis.

- ¿Le has preguntado cuál era la relación entre los sexos en la tripulación? ¿Cuántos de esos treinta y seis eran mujeres?

- Ella misma me lo ha dicho. Tres.

- Entonces, no hace falta averiguar su profesión.

Doscientos años de viajes, seguridad, aventura. Luego, al término de la octava travesía de Halrloprillalar, el Mundo Anillo no respondió a la señal del "Pionero".

El cañón electromagnético no funcionaba.

Según todos los indicios que pudieron obtener a través de sus telescopios, no había señales de actividad en ningún espaciopuerto.

Los cinco mundos incluidos en el circuito del «Pionero» no estaban equipados con cañones electromagnéticos para desacelerar. En consecuencia, la nave iba provista de combustible desacelerador, condensado durante la travesía a partir del hidrógeno interestelar. La nave podía aterrizar... pero ¿dónde?

No en el Mundo Anillo. Los proyectiles antimeteoritos les harían trizas.

No habían recibido autorización para aterrizar en la plataforma del espaciopuerto. Algo ocurría allí.

¿Regresar a uno de los mundos de origen abandonados? Ello equivaldría a colonizar de nuevo un mundo, a partir de un grupo de treinta y tres hombres y tres mujeres.

- La rutina les había hecho poco audaces, no estaban en condiciones de tomar una decisión de tal envergadura. Fueron presa del pánico - siguió explicando Nessus -. Se amotinaron. El piloto del «Pionero» logró encerrarse en la sala de mandos el tiempo suficiente para hacer aterrizar la nave en la plataforma del espaciopuerto. Le asesinaron por esta osadía, por haber puesto en peligro la nave y sus propias vidas, según dijo Halrloprillalar. Aunque sospecho que le asesinaron por no respetar la tradición, por aterrizar empleando los cohetes y sin contar con autorización formal para ello.

Luis advirtió que alguien le miraba. Levantó la vista.

La navegante espacial seguía observándoles. Y Nessus tampoco le quitaba ojo de encima con una cabeza, la izquierda.

Con que ahí tenía el tasp. Y por eso Nessus no había dejado de mirar hacia arriba. Ella no quería perder a Nessus de vista y éste no se atrevía a dejarla libre del embrujo del tasp.

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