꒰capítulo siete꒱

5.2K 607 356
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La presión de mis pantalones aumentaba con cada segundo que pasaba, el aroma de Sunoo era embriagante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La presión de mis pantalones aumentaba con cada segundo que pasaba, el aroma de Sunoo era embriagante.

No podía aprovecharme de esta situación, Sunoo ni siquiera sabía de mis sentimientos hacia él, apenas había logrado ser su amigo, no quería hacer algo que arruine nuestra relación.

—Sunnie... ¿Dónde están tus supresores? —pregunté con la voz entre cortada, estaba perdiendo el control.

—N-no Hoonie, y-yo no quiero supresores, Sunnie quiere tu... —su mirada llorosa pasó de estar fija en la mía hasta decaer en mi entrepierna.

Era más que obvio que el celo ya se había apoderado de él, Sunoo nunca sería capaz de decirme esas cosas en su estado normal. Ni siquiera se animaba a decirme "Hoonie" por vergüenza.

No, definitavente tenía que buscar sus supresores.

—Escucha Sunoo, no puedo darte lo que quieres, me muero por hacerlo, pero no ahora... No hasta que lo haga de la manera correcta. No estás en tus cinco sentidos y de seguro no te acordarás de esto mañana, pero en serio me gustas mucho Sunoo, voy a hacer de todo para conquistarte y convertirte en mi omega de la manera adecuada. —le dije acercandome a él y acariciar su rellenitas y sonrojadas mejillas.

Los ojos de el se iluminaron un poco y una pequeña sonrisa se alojó en su rostro.

—L-los supresores estan en el baño, es una c-caja azul... A-ah. —se notaba que Sunoo hacía un esfuerzo por controlarse y no lanzarse sobre mí. Yo estaba igual que él.

Por lo que, me metí rápido al baño en busca de la caja, podía sentir como mi erección comenzaba a gotear dentro de mis pantalones. Debía apresurarme, mi celo también había llegado y era bastante malo. Por suerte aún tenía autocontrol sobre mi, pero no sabía por cuanto.

Hice un desastre en todo el baño, tiré todo lo que estaba a mi alcance hasta que pude encontrar las benditas pastillas.

Corrí nuevamente hacia Sunoo y le coloqué una pastilla en su boca, afortunadamente no había tirado el vaso de agua que traía hace un rato, lo tomé y se lo ofrecí al omega, este tomó el agua con rapidez y abrió los ojos con dificultad, estaban más brillosos que antes.

sweet scent  ›  sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora