sweet scent › sungsun

꒰capítulo ocho꒱

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Sunoo despertó muy temprano en la mañana. Apenas estaba amaneciendo.

Se talló sus ojos con cansancio y un delicioso aroma invadió sus fosas nasales, se topó con la chaqueta de Sunghoon la cual estaba entre sus manos y la llevó a su rostro. Aspiró lo más que pudo y se sonrojó, en verdad le avergonzaba estar haciendo eso y le avergonzó aún más ver la erección que se estaba formando en sus pantalones.

Aún con las mejillas sonrojadas, con lentitud, bajó sus pantalones por completo junto con su ropa interior. La timidez invadió todo su sistema, aun así, su mano descendió hasta su miembro y comenzó a frotar con suavidad.

Sunoo tomó entre sus manos la chaqueta de Sunghoon y la colocó en su boca, mordió fuerte, sabía que llegaba a ser muy ruidoso cuando estaba excitado y prefería no despertar a sus madres y que la vergüenza pase de cien a doscientos por ciento.

Siendo así, aceleró el ritmo de su mano más, hasta que estuvo lo completamente duro. Retiró su boca de la chaqueta y chupó dos de sus dedos. 

Sin perder tiempo, se penetró con ambos dígitos. Por suerte, la lubricación natural ayudaba más a que estos entraran fácilmente. De esta manera no causaba algún dolor.

No pudiendo retener los gemidos y jadeos, volvió a tomar la chaqueta del alfa para morderla y llenarla de saliva que se filtraba entre sus comisuras. Cada vez, aumentaba la velocidad de sus penetraciones.

A su cabeza llegaron imágenes completamente eróticas y obscenas de Sunghoon tomándolo con fuerza, fallándolo, anudándolo, corriéndose dentro de él. Gracias a sus pensamientos, no pudo aguantar demasiado; por lo que se corrió en gran cantidad sobre sus sabanas.

Respirando agitadamente, Sunoo se paró de su cama y se metió a su baño para tomar una ducha. Era más que evidente que no podría asistir al colegio durante un par de días, se sintió mal al recordar que no podría presentar su prueba de cálculo para la cual había estudiado mucho junto a Hoon. Se sonrojo al recordar al alfa y una nueva erección se comenzó a formar y su entrada a lubricar un poco.

El omega apretó sus ojos con fuerza, soltó un gran suspiro, luego dejó caer el agua fría sobre su cuerpo para calmarse.

Unos quince minutos después, sale del baño con una toalla alrededor de sus caderas, se acercó al pequeño nochero junto a su cama y buscó unos supresores para tomárselos, le estaba avergonzado bastante imaginarse a él haciendo cosas obscenas con su hyung.

Se puso un conjunto cómodo y suelto y bajó a la cocina. Mina se encontraba preparando el desayuno. Sunoo se extrañó un poco, últimamente su mamá pasaba mucho tiempo en la casa.

—Hola bebé, despertaste. —dijo la omega, apagando la estufa y tomando un plato para servirle a su hijo— Siéntate, hice el desayuno.

Sunoo asintió y se sentó en una silla y esperó a que su mamá le sirviera su desayuno. Se lamió los labios al ver su desayuno favorito en el plato, huevos estrellados con tocino.

—Oye, mamá... —llamó el pelinegro, después de tragar el primer bocado.

—¿Si, Sunnie?

—Bueno, haz estado pasando bastante tiempo aquí en casa; más del habitual, no es que me moleste, me encanta. Pero, ¿por qué?

—Oh, me di cuenta que pasaba mucho tiempo en el trabajo, más del necesario como para ser la jefa, así que decidí para más tiempo con mis amores. Quiero estar aquí para ti, Sunoo, sé que no te abres mucho y que tal vez sea más complicado hablar con Chaeyoung porque es alfa, pero somos tus madres bebé y quiero que confíes en nosotras. Tu mamá se esfuerza mucho para poder entenderte y ayudarte y yo también me quiero esforzar. Prométeme que intentarás confiar más en nosotras por favor.

Sunoo sintió como las lágrimas se acumulaban.

—Si mamá, lo intentare. Quiero contarles más sobre mi, les prometo que me abriré más con ustedes.

—Oh bebé... —Mina abrazó a su hijo y le acarició el cabello mientras sentía como Sunoo lloraba en silencio— Gracias.

La omega sabía que su hijo tenía algunos problemas de autoestima y se sentía como la peor de todas por no haberlo notado antes, quería estar mucho más involucrada en la vida de Sunoo, quería ayudarlo, quería protegerlo y no se cansaría de hacerlo hasta que alguien llegue a su vida y sea lo suficientemente bueno y capaz de cuidar y amar a su hijo; y afortunadamente ya lo había encontrado, su nombre era Park Sunghoon y podía apostar todo lo que tenía a que ese alfa risueño era la pareja predestinada de Sunoo.

buenooos díaaaas ♡