sweet scent › sungsun

꒰capítulo nueve꒱

Sunghoon llegó a su casa aún con muchas cosas en mente que no se fijó en que pasaba en la sala de su casa hasta que escucho un jadeo. Salió de su burbuja y dirigió toda su atención al sillón. Abrió los ojos con sorpresa y su garganta se secó.

Jake se encontraba con un chico comiéndose la boca, ¡Literalmente!

Sunghoon carraspeó incómodo captando la atención de los dos individuos, grata fue su sorpresa cuando el acompañante de su primo era nada más y nada menos que su amigo Ni-ki.

En cuanto el menor lo vio, los colores se subieron a su cabeza y los del mayor también, pues Ni-ki se encontraba con el cabello desordenado, su camisa un poco desabotonada y los labios sumamente rojos, su primo se encontraba en la misma situación, esto era bastante incómodo para todos.

—H-hola Sunghoon hyung, yo ya me iba, nos vemos. —dijo Ni-ki, tomando sus cosas y corriendo hacia la puerta.

Cuando el beta abandonó la casa, Sunghoon dirigió una mirada molesta hacia su primo.

—¿Pero que mierda, Jake? No puedo creer que te hayas metido con Ni-ki. ¿Sabes cuantos años tiene al menos?  —preguntó, acercándose más a su primo, este se comenzó a intimidar.

—Hoon, tranquilo por favor, yo lo puedo explicar. Sabes muy bien que yo no soy ningún mujeriego, así que no "me metí" con Ni-ki solo para utilizarlo o algo así.

—¿Entonces? —siguió indagando, intentando calmarse, pues el beta era como su hermanito y sentía la necesidad de protegerlo, incluso de su primo favorito.

El mayor suspiró pesadamente y se sentó en el sillón otra vez.

—Creo, no, estoy seguro de que Ni-ki es mi pareja predestinada, lo sentí desde la primera vez que lo vi.

Sunghoon abrió los ojos con sorpresa y se quedó sin palabras. ¿Ni-ki y Jake almas gemelas?

—¿Estás seguro?

—Por supuesto, yo lo siento aquí. —Jake se tocó el pecho— Nunca pensé que encontraría a mi pareja tan pronto, ni que esta sería un hombre y beta, pero estoy feliz de que sea Ni-ki, es alguien maravilloso y encantador.

Hoon suspiró pesadamente y sentó a lado de su primo.

—Solo te diré una cosa, no quiero que lo lastimes, quiero que lo cuides bien y que seas el mejor alfa del mundo. —habló el menor, volteando a ver al más alto, este solo asentía con una sonrisa— Ni-ki nunca ha tenido pareja, así que ve lento con él.

Jake solo se limitaba a mirar a su primo y a aguantar su risa, pues Hoon parecía un padre. —Haré todo lo que me dices Sunghoon, yo jamás haría algo para lastimar a Ni-ki, primero me mato antes de hacerle algo malo.

Sunghoon sonrió hacia el mayor, pues veía sinceridad en sus ojos.

—Muy bien.

—¿Cómo te fue con Sunoo? —preguntó el mayor un par minutos después.

—Pues... Sucedió algo.

Jake abrió sus ojos y se acercó más a Sunghoon. —¿Al fin te confesaste?

—Algo así, le llegó el celo y... —el mayor no lo dejo terminar.

—¡¿Te lo cogiste, Sunghoon?!

—¿Qué? ¡No! Jamás me aprovecharía de Sunoo así —respondió muy indignado—. Le di sus supresores, pero sin querer confesé mis sentimientos solo un poquito, pero Sunoo ya estaba muy perdido en su celo, dudo que recuerde algo.

El mayor simplemente lo miró sorprendido.

—¿Te pudiste controlar? —Sunghoon asintió— Te admiro, Park Sunghoon, si mi amor platónico entrara en celo frente a mis ojos me sería casi imposible controlarme.

—Lo fue, pero quiero hacer las cosas bien con él. —aclaró, viendo a la nada pensando en lo que haría cuando regresara a la escuela.

—¿Las cosas bien? ¿Al fin te vas a confesar?

Sunghoon asintió lentamente. Jake grito de la emoción y abrazó a su primo, el menor intento soltarse pues su primo lo estaba apretando mucho.

—¡Estoy tan orgulloso de ti! Mi pequeño primo ya está creciendo.

—Suéltame, me asfixias Jake. —forcejeó, queriendo zafarse de los brazos del mayor.

El mayor por fin lo hizo y miró a su primo con una gran sonrisa.

—¿Cómo se lo dirás?

—En realidad no lo se. Pero tengo unos días para planearlo bien. Lo más seguro es que Sunoo no irá a la escuela por su celo y yo tampoco porque entré en el mío, tengo tiempo y mucho que hacer.

Sunghoon se levantó y fue hacia su mochila en busca de un cuaderno.

—¿Qué haces? —preguntó, viendo como Hoon empezaba a escribir algo.

—Estoy escribiendo mi confesión. —Jake se levantó del sillón y le quitó el cuaderno a Sunghoon.

—Ni se te ocurra, entre más lo pienses y lo planees, más nervioso te pondrás y más la vas a cagar. Yo sé lo que te digo, confía en mi —dijo el mayor desviando la mirada recordando su primera confesión a su amor de secundaria.

—De acuerdo. —el alfa menor aceptó, bajando la mirada, el miedo ya lo estaba invadiendo.

—Tranquilo Hoon, todo saldrá bien, no conozco al chico, pero tengo una corazonada. Ese omega y tú terminaran juntos y con muchos cachorros o no, no sé si quieras hijo, pero terminaran juntos.

El menor miró a Jake y le sonrió, agradecía mucho que su primo le mostrara tanto apoyo, le daba mucha más confianza.

—Muchas gracias —Hoon abrazó al contrario— Me iré a bañar y a dormir. No quiero alterarme durante mi celo—. Jake asintió y soltó al pelicastaño. El menor subió las escaleras y se metió al baño para darse una ducha caliente.

🌸🌱🌸🌱

Cuatro días después, Sunghoon se encontraba en frente de la escuela a punto de entrar, las manos le sudaban y su corazón palpitaba muy rápido.

Tomó una larga respiración y comenzó a caminar, estaba más que nervioso, el simple hecho de encontrarse a Sunoo le daba miedo.

Caminó lentamente hasta su casillero y comenzó a sacar los libros que usaría en las primeras tres clases. Cerró la puerta y el corazón casi se le sale de su pecho al ver al tierno omega justo en frente suyo.

—Hola, S-sunghoon hyung. —saludó entrecortadamente, sosteniendo entre sus manos la chaqueta del alfa, la cual ya estaba limpia, él mismo se había encargado de lavarla.

—H-hola Sunoo. ¿Cómo te sientes?

—Bien, gracias por preocuparte. —Sunoo le extendió la chaqueta— Ten, la lavé, gracias por dejármela aquel día. —las mejillas del omega parecían dos manzanas por lo sonrojadas que estaban.

Sunghoon la tomó entre sus manos y le regaló una sonrisa a Sunoo

—Gracias. —los dos se quedaron callados y se miraron por unos segundos— ¿Puedo acompañarte a tu casa hoy? —Un brillo se instaló en los ojos de Sunoo.

—C-claro. —la campana sonó y todos los alumnos comenzaron a irse a sus clases— Te veo más tarde entonces.

El pequeño pelinegro comenzó a caminar hacia su salón y se despidió del mayor con su mano, Sunghoon imitó la acción y cuando Sunoo estuvo lo suficiente lejos, soltó el suspiro que ha estado reteniendo.

—No la cagues, Sunghoon, por favor. —se dijo a sí mismo, antes de dirigirse a su clase.