Capitulo#5: Fascinación y vergüenza

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El silencio que emanaba en la habitación de uno de los rubios era demasiado exasperante para la pequeña Raisa, había dejado de saltar en la cama a petición de Rosinante porque tenía que escuchar algo por parte de su hermano, pero este solo se mantenía en silencio negándose a decir esas palabras no dignas para un noble

—¿Yyy~?... ¿cuánto tiempo tengo que esperar? ¿Acaso Doffy también me tiene miedo?

—yo no le tengo miedo a nada, además no me llames Doffy, soy Doflamingo, alguien como tú no tiene dere—cerro la boca al sentir el leve codazo de advertencia de su hermano pequeño, soltó un chasquido—como sea, haber niña escucha atentamente lo que te tengo que decir porque no lo volveré a repetir—trago en grueso, preparándose para lo siguiente—lo que te dije antes, no es del todo cierto...interprétalo como se te dé la gana—dijo de mala gana causando un suspiro de frustración por parte de Rosinante

—veras Raisa mi hermano reflexiono de sus palabras que te dijo antes en la escuela, por eso se está disculpando y quiere saber si puedes ser su amigo

—oye no exageres—le reclamo en voz baja

—me niego—dijo la niña de forma neutra dejando completamente mudo a los dos hermanos—oh bueno, eso es lo que diría antes, aceptare tu trato de disculpa, no es lo más sincero que he escuchado pero igual me sirve—se reincorporo de la cama para quedar parada frente a los rubios y en su rostro se formó una sonrisa con un toque de burla—pues entonces si nos estamos sincerando los unos con los otros me toca a mí hacerlo—con su dedo anular apunto al rubio con gafas oscuras—sinceramente no me agradabas, se reconocer cuando una persona le disgusta estar cerca de mí y tú tienes exactamente esa actitud que tanto me disgusta, prepotente, orgulloso, arrogante y otras cosas que no se me ocurren en este momento—alzo los hombros sin tomarle mucho en cuenta—pero soy consciente que no todos se disculpan con una pobretona, así que tomare esas no tan sinceras palabras como un gran cambio

—...—una vena apareció en la frente de Doflamingo—acaba de criticarme en toda la jodida cara y aun así quieres que sea su amigo—esto último lo dijo rechinando los dientes hacia su hermano pequeño quien se alteró levemente por su reacción

—vamos, vamos, ya soltaron lo que en verdad sentían ahora es momento de apaciguar las cosas—agarro la mano de su hermano y se dirigió hacia donde está la niña para hacer la misma acción con su otra mano—seamos grandes amigos juntos—con una radiante sonrisa suavizo la expresión de su hermano mayor y contagio la alegría hacia la pequeña niña

— ¡Por supuesto que sí!—dijo con entusiasmo

Doflamingo simplemente soltó un chasquido, cediendo ante la petición de su hermano

Una segunda voz femenina se escuchó desde la sala principal haciendo el llamado de su aparición, los hermanos se dirigieron hacia tal llamado, uno como siempre mostrando su seriedad y el otro la emoción y entusiasmo de volver a sentir su presencia cerca de él. Raisa observaba confundida como ambos rubios se dirigían hacia aquella voz desconocida para ella, así que con curiosidad también se dirigió hacia aquel llamado

Al bajar las escaleras pudo ver a una mujer muy hermosa desde su punto de vista, con una expresión angelical y llena de dulzura. La menor no pudo evitar quedar embobada al verla

—lo siento por llegar atrasada a casa, me estaban enseñando algo realmente interesante en una de las tiendas, que no me di cuenta del tiempo que paso—recibió cálidamente el abrazo que el menor de los rubios le había propinado—ya estoy en casa hijos míos—con dulzura acaricio el rostro del mayor de sus hijos quien solamente disfruto de tal caricia

Raisa usualmente no le gusta esconderse de alguien, siempre los enfrentaba sin importarle la opinión que este tenía de ella, al fin de cuanta si decía algo ofensivo hacia su persona solo buscaba motivos para que tengan razón de que piensan así de ella (así como paso con las señoras que hablaban mal de ella y ella le sonrió mostrando sus dientes mal cuidados) o simplemente los ignoraba. Pero esta ocasión era diferente, no sabía porque se sentía de esa forma, desconocía aquel sentimiento que le estaba clavando en su cabeza

Juntos desde que te conocí (Rosinante x Lectora) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora