Capitulo#6: La fría decisión de Frank

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Ya había pasado un mes desde que nuestra pequeña protagonista visitó la casa de sus dos amigos rubios. Su lazo de amistad con Doflamingo no era de las mejores pero ya poco a poco se fue acostumbrando a su forma de ser, ella lo toleraba muchísimo y lo mismo se podría decir del mayor. Con Rosinante iba mejorando a montón, incluso se podría decir que ya lo estaba considerando como un mejor amigo, si él no asistiera a clases o si Raisa no se ponía toda nerviosa frente a la madre de estos, se la pasarían todo el día juntos sin despegarse, así de fuerte era su cercanía. Con el caso de la madre de los Donquixote, que ya se enteró como se llama, Antalya, no ha podido entablar una conversación con ella, Raisa procuraba salir de la casa cuando apenas escucha la voz de la mayor, incluso se tuvo que escapar de la ventana como anteriormente lo tenía planeado. Rosinante no la quería oprimir mucho en ese aspecto, quería que ella misma tome la decisión de poder darle una oportunidad de conocer a su madre y enfrentar sus miedos, aunque aún desconocía la razón de eso

Raisa caminaba con tranquilidad después de una larga jornada de juegos con su amigo, siempre regresaba a casa antes del anochecer, claro está que antes termina su rutina diaria en su hogar

Visualizo su humilde casa a lo lejos, así que apresuro el paso para llegar más pronto. Es verdad que al principio no le gustaba dejar sola a su abuela, su padre últimamente no llegaba a casa hasta el día siguiente así que no podía contar con él con el cuidado de la mayor, pero como su abuela al ser muy terca le permitió/obligo a continuar con sus salidas

—ya regrese abuela—abrió la puerta con entusiasmo y estaba dispuesta a dirigirse a la cocina para preparar la merienda pero se detuvo en seco al visualizar a su padre muy cerca de su abuela quien mantenía una mirada llena de tristeza—¿Qué haces aquí? Pensé que no estarías como siempre

—¿Cómo que qué hago aquí? Esta también es mi casa, tengo el derecho de venir aquí cuando se me dé la gana

Raisa prefirió mantener su boca cerrada al reconocer el estado de su padre, no había pisado la casa en las noches en todo este mes y cuando recién se digna a aparecer a estas horas viene todo borracho. No era común verlo ebrio, ya que no tenían dinero para ese tipo de cosas así que se extrañaba verlo con una botella de alcohol que a simple vista era de marca

—¿Dónde demonios estabas? Sabes que tu abuela es una inútil que no puede vivir sin que nadie esté pendiente de ella, pensé que te preocupas de ella, ¿o que paso?, ese cariño que tanto decías tenerle solo eran mentiras

—si vas a empezar a decir tonterías será mejor que te vayas a dormir a ver si ya se te pasa la borrachera—no quería meterse en discusiones, sabía que si continuaba con esto no solo ella saldría afectada, sino también su abuela; trato de ignorar las incoherencias que decía su padre

—falta poco tiempo para que llegue el día, así que prepárate que vendrán días duros

Se quedó extrañada por las palabras que dijo su padre, no sabía a qué se refería, es más, ni siquiera sabía si lo que acaba de decir fue producto del alcohol o lo dijo inconscientemente, tampoco le podía preguntar ya que se había encerrado en su habitación seguramente para dormir pero de algo estaba segura, le había dejado un mal sabor de boca con esas palabras

Cambio nuevamente de poción en su descuidado futón, no siendo capaz de reconciliar el sueño, se podría decir que eran las 2 o 3 de la mañana y no había podido descansar sus ojos porque le había estado dando vueltas en su cabeza las palabras de su progenitor. Tal vez no significaría nada y ella como tonta le estaba dando más importancia de lo que debía

Resignándose a continuar acostada sin hacer nada, salió de su pequeña habitación para poder servirse un poco de agua que había almacenado antes de salir, tal vez eso la podría tranquilizar la mente

Juntos desde que te conocí (Rosinante x Lectora) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora