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Sus miradas se conectaron por unos segundos, mirándose como si solo ellos existieran en esos momentos, los corazones de ambos comenzaron a latir con mucha fuerza y en sus ojos un brillo inexplicable, que solamente aparecía cuando se miraban el uno...

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Sus miradas se conectaron por unos segundos, mirándose como si solo ellos existieran en esos momentos, los corazones de ambos comenzaron a latir con mucha fuerza y en sus ojos un brillo inexplicable, que solamente aparecía cuando se miraban el uno al otro. 

La pelirroja fue la primera en apartar la mirada, desviándola hacia un costado, mientras que Jeno siguió con la mirada la frente, como si tuviese la mirada perdida, inconscientemente el castaño hizo un puchero. 

La pequeña Yizhou al notar las acciones de su hermana, supo claramente lo que debía de hacer a continuación, la menor hizo exactamente lo que su hermosa madre le había dicho antes de irse con su hermana. 

Yizhou se acercó lentamente al oído de Jeno, susurrándole suavemente, dejando al más alto más que impactado, debido a lo inteligente que la hermana de los mellizos podía llegar a ser. 

— Ahora es cuando yo distraigo a Jaemin para que te acerques a mi hermana y hablen los dos... Sólos. 

La menor se alejó, mirando a Jeno con una sonrisa traviesa, mientras que él permanecía en una especie de trance, procesando las palabras de la pequeña niña, sin duda era más lista que cualquier otra niña de su edad, mirándola, Jeno inconscientemente asintió, haciendo que la pequeña niña sonreír, bajándose con cuidado al suelo y una vez que sus pies lo tocaron, Yizhou se dirigió con pasos seguros hasta "La pareja", deshaciendo el agarré entre sus manos y entrelazando su mano con la del peliverde, quien la miraba confundido. 

Yizhou giró su rostro, mirando inocentemente a su hermana, mientras que ella la miraba sin comprender nada, Yizhou sonrió, ladeando su cabeza y haciéndole ojitos de cachorro. 

— Unnie~~ — Chilló — ¿Puedo acompañar a Nana para ir a pedir los Frappés?. 

— Claro — Respondió sonriéndole dulcemente. 

Al escuchar su respuesta, Yizhou no perdió más tiempo y jalo al peliverde de la mano, haciendo que caminará y la siguiera, el chico no se quejó, tampoco protestó, simplemente se dejo guiar por la niña, aún sin saber sus verdaderas intenciones. 

Jeno que aún permanecía en trance, Jisoo tuvo que darle un dulce y suave zape en la cabeza para hacerlo reaccionar, consiguiéndolo al instante, cuando el castaño lo miró, quejándose del dolor y antes de que pudiera decirle algo, apunto con la cabeza hacia Meijun que se encontraba sola, permaneciendo en la entrada, esperando por su hermanita y su enamorado. 

— Vamos, tontito — Dijo — Es tu oportunidad, ve hacia ella —ánimo con una dulce sonrisa, a lo que el más alto asintió. 

Con los nervios, invadiéndole todo el cuerpo, se levantó, comenzando a dirigirse a paso lento e inseguro hacia la chica, preguntándose si realmente sentía algo por ella o era nada más que una simple atracción por el físico tan parecido que tenía con Renjun. 

Se sentía tan cobarde y estúpido. 

Cuando llegó al frente de la chica, Jeno la tomó delicadamente de la muñeca, empezando a caminar hacia la salida, llevándose consigo a la chica, que difícilmente trataba de zafarse de su agarre. 

Jeno, literalmente la arrastró hacia el parque enfrente de la cafetería; acorralando a Meijun contra un árbol y aprisionándola contra sus fuertes brazos, quedando a pocos centímetros de sus labios, sintiendo sus respiraciones mezclarse y sus miradas encontrarse, mirándose como si solo ellos dos existieran en ese momento. 

Parecía que ninguno de los dos tenía la intención de hablar, como si con las miradas pudieran decirse todo. 

Renjun ahora entendía la mirada y sonrisa inocente de su hermanita, todo lo había planeado con Minjeong y Karina, diablos, jamás volvería a confiar en su hermana así. 

Finalmente, Jeno decidió hacer lo que Jisoo estúpidamente le había dicho, besarla. 

Con todo el atrevimiento del mundo, Jeno cortó toda la distancia entre sus rostro, uniendo sus labios en una simple presión, haciendo que la chica abriera sus ojos sorprendida. 

Pero, cuando intentó mover sus labios, Jeno retrocedió, alejándose de ella, mientras negaba frenéticamente con sus cabeza, dejándola confundida. 

— Perdón Meijun — Dijo, pasando sus manos por su cabello y agarrarlos fuertemente, claramente arrepentido de sus acciones — Pero, mi corazón le pertenece a otra persona — Confesó, haciendo que su corazón se partiera a la mitad, bajando la cabeza tristemente. 

Renjun sabía que era demasiado bueno, como para que Jeno se fijará en un chico como él. 

Él castaño al notar las acciones de la chica, se sintió culpable... Y patético. 

— Perdón si te ilusione, pero es que desde que conozco a tu hermano estoy enamorado de él — Dijo, haciendo que rápidamente la pelirroja alzará la cabeza, mirándolo sorprendida... Y feliz. 

Renjun sonrió, mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos y las ganas de llorar se hacían cada vez más fuertes, pero no iba a llorar de tristeza, sino de felicidad, por que el chico que siempre le ha gustado, estaba enamorado de él, sin importar lo que los demás dirán de él. 

— ¿Y por qué no se lo dices a él? — Dijo, confundiendo al castaño. 

— ¿Qué? — Respondió, mirando como la chica, se deshacía de su largo cabello pelirrojo, dejando a la vista una cabellera negra. 

Los ojos de Jeno parecía que se saldrían de sus orbes en cualquier momento, al darse cuenta de que Meijun y Renjun siempre fueron la misma persona. 

— ¡Sorpresa! — Dijo el mayor con una sonrisa en sus labios, mientras que Jeno aún seguía procesando todo.

— ¡Sorpresa! — Dijo el mayor con una sonrisa en sus labios, mientras que Jeno aún seguía procesando todo

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No Tan Heterosexual ღ NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora