Sweet Alpha ღ JaemRen

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Habían pasado ya cinco años desde que los pequeños habían nacido.

Nada fue fácil, y seguía sin serlo, sus hijos paraban peleando a cada rato por cualquier mínima cosa, un poco se pegaban por respirar el mismo aire que el otro.

— Niñas, ¿Que les dije sobre "juego de manos, es juego de villanos"?.—regañó Renjun viendo como sus dos hijas se miraban amenazadoramente.

— Todo es culpa de la espesa de Minjeong, quiere jugar con mi muñeca justo cuando yo la estoy usando.—se quejó Minying mientras se cruzaba de brazos y le sacaba la lengua a su hermana.

— La que lo dice lo es, yo no soy ninguna espesa, papi dice que debemos compartir.—esta vez hablo la pequeña Minjeong en su defensa sacándole la lengua también.

— Con la cara al revés, tu eres la es-

— ¡Esta bien! Ya les dije que paren, no es bueno que peleen porque son hermanas, además, saben que a papá y a mi no nos gustan las peleas.—dijo mientras les acariciaba sus cabecitas.

— Pero papi...—ambas dijeron.

— Pera nada, vayan a lavarse las manos, no se sentarán así a la mesa, de paso quiero que se den un abrazo, tampoco es bueno que se insulten—sentenció con una sonrisa.

Minjeong y Minying asintieron, se miraron fijamente y se lanzaron a los brazos de la otra, a ellas tampoco les gustaba pelear. Luego de separarse corriendo al baño y Renjun pudo irse a la cocina más tranquilo.

Hoy era el día libre de Renjun, por otro lado, Jaemin estaba en su oficina pensando nuevas ideas de conceptos para uno de sus grupos.

— Papi, ¿Quieres que llame a papá?.—un pequeño cuerpecito llego a su campo de visión, pudo identificar a su hijo Minho.

— No hace falta, amor, yo voy a ir.—contestó dandole un beso suave en su frente.

— Esta bien papi, si necesitas ayuda me dices.

Era muy posible que los tres niños fueran alfas, pero había en Minho que lo hacía diferente a sus hermanas, muy aparte de ser un niño, él era un poco más tranquilo a comparación de como era cuando estaba más pequeño; le gustaba agarrar el celular de uno de sus papás y jugar con la aplicación de filtros.

Minho era el más apegado a sus padres, su mayor diversión era el pasar tiempo con ellos, por ese motivo, Minjeong y Minying —quienes eran algo celosas en el buen sentido—, creyeron que él era el favorito, por lo que un día armaron una "revolución" en contra de los tres, su ataque consistió en hacerles cosquillas.

Ese día las niñas pensaron que su plan había fallado, cosa que no era cierto porque de todas formas Renjun Jaemin amaban por igual a sus hijos, así que salieron al patio de su casa para jugar a las escondidas y pasar más tiempo en familia.

— ¿Todo bien?.—pregunto Renjun entrando lentamente a las oficina.

Su sorpresa fue grande al ver a Jaemin con la cabeza estampada en su escritorio y muchos papeles en el suelo.

— ¿Que ocurrió aquí?

— Todo tiene una explicación...—dijo en voz baja el alfa.

— Tengo tiempo.

— Inspiración. Ese es el problema, se supone que los chicos deben tener un comeback como a fines de año, ellos decidieron trabajar en algunas canciones para el mini álbum, y no tengo idea de como plantearé bien el concepto, teníamos ya una idea pero no me gusta, siento que le falta algo...

Renjun sonrió leve y se acercó a abrazarlo, agradecía enormemente que Jaemin le tuviera la suficiente confianza como para que se expresara ante él, importándole muy poco si se ve patético o no.

— ¿Que tal si vamos a cenar y luego de que los niños duerman, me explicas mejor para ver si puedo ayudarte? Estoy seguro que será un éxito total, pero si estas así todo estresado solo te harás daño a ti mismo.

— Sí... Tienes razón, vamos, ¿y los niños ya están en la mesa?

— No lo sé, ¡Chicos, vamos a comer!

Ambos rieron al ver como las dos niñas corrían muy felices para sentarse en sus lugares, su hijo se acercó para mostrarle una foto que se tomó en donde su ojo estaba en su nariz y su nariz en su ojo, bueno, ya se habían acostumbrado a eso.

La pequeña Minying notó algo raro en su papá alfa pero no dijo nada, solo se levantó y lo abrazó muy fuerte.

— ¿Todo esta bien papá?

— Todo correcto, bebé.—el alfa sonrió, de pronto el estrés esfumó dándole la bienvenida a la tranquilidad y felicidad de estar con su familia.

Los cinco eran muy felices viviendo de esa manera, obviamente no todo era perfecto, pero no se quejaban, por su parte, los pequeños se sentían muy agradecidos de tener a dos papás muy amorosos, aunque su papá omega sea algo gruñón, solo eran detalles; por otro lado, la pareja no pudo haber pedido más, sus hijos eran inquietos como cualquiera, pero eran su mundo entero. Entre hermanos no lo admitirían, pero ellos también se quería mucho.

Y sí, esta es la familia Na.

— FIN —

faltan los especiales, todavía no se vayan 👀🤙🏻