Sweet Alpha ღ JaemRen

12

El tiempo pasó volando, tanto así que Jaemin estaba impaciente sentado en una de las sillas de la clínica esperando una respuesta de si su esposo estaba bien, al igual que sus hijos.

Ambos se encontraban durmiendo cuando de la nada un dolor muy fuerte se hizo presente en Renjun, eso también lo sintió Jaemin así que con mucho nerviosismo lo tomo en brazos para subirlo en auto y conducir. Al llegar a la clínica, de inmediato las enfermeras echaron al omega en una camilla y se lo llevaron, dejando a Jaemin en medio del pasillo a punto de llorar.

Jaemin sentía mucho miedo.

De pronto sintió una mano posarse en su hombro, y reconoció a uno de sus padres —los llamó en el camino a la clínica para avisarles sobre el estado de su omega—, rápidamente se lanzó a abrazarlo.

— Jaem, todo va a salir bien, cálmate —le dijo Doyoung.

— ¿Como no quieres que tenga miedo? Y-yo solo quiero que todo salga bien, papá...

Doyoung se dedicó a abrazar a su hijo mayor, Jaehyun se había quedado estacionando el auto mientras llamaba a los padres de Renjun para que le trajeran algo de ropita a los bebés ya que a Jaemin se le olvidó traerlo.

— Jaemin, ya deja de llorar, todo estará bien, te lo prometo —eso le entró por un oído y se le salió por otro ya que volvió a romper en llanto— Sabes que Renjun es un chico muy fuerte, estoy seguro que los bebés también lo son así que tranquilo, ¿sí?.—Jaemin no dijo nada y dejó que su padre siguiera acariciando su cabeza.

Doyoung siempre tuvo un trato especial con su hijo mayor, eso tal vez sea porque a Jisung —su hijo menor— le faltaba crecer en todo sentido.

Sus dos hijos fueron el mejor regalo que Jaehyun pudo darle.

Había pasado un rato y Jaemin quedó dormido en el regazo su padre, hubiera deseado haber soñado algo lindo pero solo pesadillas se hicieron presentes, y aunque quisiera despertar, no podía.

En la cabeza de Jaemin se reproducía escenas de funerales, uno de su omega, otro de sus hijos y el peor —según él—, el funeral de ambos.

Jaemin podía verse a sí mismo muy devastado, lo había perdido todo.

Incluso tuvo las continuaciones de cada pesadilla, como el divorcio de Renjun o hasta el mismo odio de sus hijos hacia él por no haber salvado a su papá, todo trágico.

Despertó de golpe y no tardó en volver a llorar, cuatro pares de ojos se posaron en él, Doyoung al estar cerca fue quien lo consoló primero.

— ¿Todo bien? ¿Tuviste pesadillas?

— S-si, pero ya pasó, papá...

— Bien, hijo, creo que ya es hora de que sepas esto —por su preocupación, Jaemin no se dio cuenta de la gran sonrisa que tenían todos en el pasillo.

— ¿Saber qué?

— ¿Ahora que haré?, total ya no eres más un bebé, haz crecido, te casaste y tienes una sana familia.

— ¿Ah?

— Jaemin, ¡Los bebés ya nacieron y todo ha salido bien! —exclamó feliz Soonyoung.

Los ojos de Jaemin se abrieron como platos, ¿tanto había dormido?, oh vaya, deseaba estar con su familia en ese momento. Sus padres y los de su omega lo alentaron a entrar a la habitación, sus hijos habían nacido hace ya casi una hora y él ni enterado, nadie quería despertarlo sabiendo que no estaba del todo estable, ahora demostró estar más tranquilo.

Jaemin se acercó a la puerta, la abrió y asomó su cabeza, sin duda, lo que vio fue lo más hermoso y se sintió absurdo por haber imaginado situaciones que ni al caso.

Renjun sonría mientras veía a sus tres pequeños bebés. Dos de ellos peleaban por tomar leche de uno de sus pezones, mientras que el otro se había apoderado completamente del pezon libre.

Jaemin esta vez lloro de felicidad y se acercó casi corriendo hacia su familia, agradecía que todo haya salido de maravilla, su esposo y sus hijos estaban sanos a su lado, su padre siempre tuvo la razón.

Con cuidado Jaemin se sentó en una silla cercana a la cama y los abrazó, Renjun como pudo le sujetó la mano y siguió sonriendo.

Ahora todo estaba bien, estaban juntos y eso más que suficiente.

La hermosa familia Na.

hace poco leí cosas sobre mi signo y
no me identifiqué con nada, ayuda